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2/6/2019

Por Valeria Fariña, Resumen Latinoamericano, 2 de junio de 2019.

Centrado en recordar los 50 años del Cordobazo, uno de los acontecimientos históricos populares más importantes de la segunda mitad del siglo XX argentino, se realizó un acto, este viernes, en el Anfiteatro de ATE, donde también se homenajeó al periodista Jorge Ricardo Massetti.

Massetti, este mismo día, hubiera cumplido 90 años si no hubiera caído en combate en la guerrilla de Salta, cuando como «Comandante Segundo» del EGP intentaba liberar Argentina en 1963.

En la apertura del acto, uno de sus organizadores, el periodista Carlos Aznárez, evocó a Masetti señalando que “él como Walsh nos marcaron el camino enseñándonos que cuando se trata de militancia y Revolución hay que tomar partido hasta mancharse”.

Remarcó también que la distancia entre los grandes medios y la labor de la comunicación contrainformativa, radica -entre otras cosas- en el compromiso con la gente y con los movimientos populares de la izquierda.

Preguntemos, por ejemplo, advirtió Aznárez, “qué han dicho hasta el momento los grandes medios sobre la rebelión que se está viviendo en estos días en Haití y en Honduras”, una especia de Cordobazo oculto, un Haitiazo, un Hondurazo no informado o tergiversado.

“Por eso, hoy nos convoca un levantamiento como el Cordobazo”, afirmó Aznárez, “un hecho que parece tan lejano y que sin embargo puede darnos pistas para desentrañar nuestro presente”.

“Cordobazo: A 50 años, su ejemplo alimenta las luchas actuales contra el capitalismo”, fue el disparador que congregó a muchas personas en el Anfiteatro de ATE, en el Acto convocado por la Secretaría de Derechos Humanos del gremio, Resumen Latinoamericano, Venceremos, el Movimiento de los Pueblos y la organización Poder del Pueblo y OLP.

La charla, poniendo obviamente los pies en la realidad actual, estuvo a cargo de un variado panel compuesto por mujeres y hombres, jóven@s y veteran@s que provenían de distintas experiencias militantes y que dieron un condimento singular a la actividad.

Entre las adhesiones recibidas se leyó un texto del actor y dramaturgo Norman Briski, que decía: «¿Dónde estás Cordobazo? /Que no te puedo hallar./ ¿Cuándo pasó que entramos en la vergüenza después de tantos valientes? /¿Que somos, solamente un principio, una ética sin accionar? /
¿Somos una llama de la pantalla de un celular? / ¿Como se puede añorar algo que tanto deseamos? / Cordobazo! /Presente, presente, presente!.

También adhirió la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad Capítulo Argentina, y se destacó la presencia del economista Eduardo Lucita y el poeta Vicente Zito Lema.

Intervenciones

Héctor «Pelusa» Carrica, secretario de Derechos Humanos de ATE Nacional acompañó la actividad desde el panel y apoyó la iniciativa de debatir y recordar ese “admirable Cordobazo”. “Aquí estamos, para poner el dedo en el gatillo de la memoria”, afirmó Carrica, para repensar la luchas que dieron las y los trabajadores en aquel contexto y también para pensar qué sucede ahora con el movimiento obrero de nuestro país, recalcó el referente.

La memoria trasciende las generaciones, se cultiva con el pensamiento crítico y audaz. De eso se encargó el ex militante montonero y documentalista, Jorge “Chiqui” Falcone, que apenas tenía quince años de edad cuando ocurrió el Cordobazo.

Falcone expresó cómo atravesó esa época a su generación, “el Cordobazo fue el llamado de la aventura”. “Haber sido coprotagonista y testigo de ese momento histórico lo vivo como un privilegio antropológico”, afirmó.

Remarcó que distintos aspectos hicieron del Cordobazo un momento particular. Un asunto cardinal -explicó- fue que durante esa rebelión el ejercicio de la violencia y de la acción directa tuvieron una legitimación casi mayoritaria. Tanto el Cordobazo como el Aramburazo de un año después. Pero además sucedió algo fundamental: “el movimiento tuvo una perspectiva de clase y un horizonte socialista”. Eso fue una guía, porque se sabía hacia donde se quería ir, lo qué se buscaba, explicó Falcone.

Ese acontecimiento que marcó a varias generaciones emergió en determinadas condiciones, a través de un contexto y particulares antecedentes. La militante de «Venceremos», María Isabel Grau, profundizó en ellos.

“El Rosariazo fue el primer estallido de estudiantes y masas en las calles”, “contra el imperialismo y contra la burocracia sindical» explicó María. Y luego, a ese estallido le siguieron otros levantamientos: los de Mendoza y Tucumán. “Esos movimientos demuestran que se estaba empezando a abrir otro momento, en el que además comenzaban a surgir varias organizaciones armadas”, puntualizó Grau.

La situación económica y social era crítica. Se realizaron grandes huelgas, acciones de sabotaje, manifestaciones masivas contra las privatizaciones y contra la militarización de las fábricas. “En 1964, por ejemplo, se tomaron 11.000 establecimientos en todo el país”.

Además, del movimiento sindical emergía una figura como Agustín Tosco, que propuso el Sindicalismo de Liberación, relató María Isabel. “Así se iba incrementando una corriente sindical contra la burocracia mientras la unidad se daba en las calles y las acciones combativas cuestionaban el monopolio de la violencia del Estado». “Todo ese trabajo, redundó luego en el Cordobazo, en la enorme participación popular y en la claridad política del levantamiento” que tuvo la mira en la emancipación y el socialismo.

Aunque hubo mucha organización, como señaló Grau, también hubieron acciones “más espontaneas” afirmó el escritor Enrique Arrosagaray. Él recordó puntualmente la lucha que dieron en la fábrica IKA-Renault, que tenía más de 8 mil trabajadores y que se encontraba cerca del aeropuerto de Córdoba. El gremio de IKA era una referencia para los trabajadores mécanicos, y fue por su número, una de las columnas más grandes en el Cordobazo. Arrosagaray también habló sobre las multitudinarias asambleas sindicales y cómo los “sindicalistas fueron poniendo todo de sí mismos». «Hoy esos hombres siguen orgullosos de todo lo que hicieron en esa época”, relató Arrosagaray, que ha recogido muchos testimonios orales de esos obreros en su libro “Cordobazo”.

Pero no hay  Cordobazo que valga si nos olvidamos de la participación de las mujeres en el movimiento. De eso se ocupó la integrante de la OLP y militante feminista Belén Rozas, que contando con 20 y pocos años de edad, se interrogó sobre los intereses, las desesperanzas y las expectativas que tiene la juventud en la actualidad.

Cómo pensar una gesta histórica como el Cordobazo desde la juventud, anidó las preocupaciones de esta militanta que honestamente preguntó cómo revertir el estado actual “en el que tenemos un montón de motivos para salir a llenar las calles y no lo hacemos”. Una clave, dijo Belén, es que para una parte de nuestra juventud no tenemos historia, “eso significa -trágicamente- que no tenemos pasado, ni futuro”. “Pero sí tenemos historia, por eso estamos acá”, recalcó Belén. “De hecho, el protagonismo que tuvo la juventud en el Cordobazo hoy subsiste en muchas luchas que se han dado en estos últimos años”.

Hay cuestiones que hay que atender, subrayó Belén. Entra ellas: cómo se extiende en algunos sectores el peligroso juego electoral, identificar al enemigo, pensar en lo qué hay que hacer, salir de la comodidad, apostar a la transformación social, militar en las calles y no solo en las redes.

“Por supuesto que no todo el escenario es devastador”, dijo Belén, pero tenemos que mirar toda la totalidad, los retrocesos y los avances. “Hoy se suceden experiencias pequeñas en los territorios, en la economía popular, en las luchas estudiantiles de las y los secundarios, en el movimiento feminista que moviliza a millones de mujeres y disidencias, y lo hacen porque tienen una mayor conciencia no porque ésto está de moda”, recalcó Belén.

El histórico militante del PRT-ERP y abogado cordobés Carlos “Vasco” Orzaocoa agregó que la autocrítica es necesaria desde una mirada de mediano y largo plazo. “En ese sentido” -dijo- “tengo una visión optimista”, siempre hay lugares para recomenzar con las tareas y germinar nuevas luchas. Por ejemplo, “el Cordobazo fue un punto de llegada y también un punto de arranque de una nueva etapa”. “De la lucha defensiva y reivindicativa se extendió la lucha política y el escenario concreto nos permitió comprender qué era eso de la política, lo entendimos en los hechos”, explicó el referente que integró la filas del PRT-ERP.

Entre los aspectos más resaltantes de esa rebelión, Orzaocoa enfatizó: el lugar central que ocupó la clase trabajadora, el logro de la unidad entre las y los obreros y con el movimiento estudiantil, las actuaciones de los sectores medios que se incorporaron al levantamiento, el componente ideológico que tuvo una perspectiva socialista, y la influencia que recibió de la revolución cubana, el Mayo Francés, el Vietcong.

El Cordobazo fue una batalla entre batallas, con luchas ganadas, con luchas perdidas. “La lucha contra la policía la ganamos”, explicó Orzaocoa, “pero cuando ingresó el Ejército tuvimos que retroceder”.

“Ahora también estamos viviendo tiempos históricos, entrando en una era de guerras mundiales”, afirmó Orzaocoa. Pero esto no es una derrota definitiva, una situación acabada. Si bien inició una nueva etapa de auge de la derecha también comenzó un nuevo momento para los movimientos de masas, explicó el referente. Y puntualizó: “Donde hay un Macron también hay Chalecos Amarillos, donde hay un Trump también está el grande movimiento de mujeres y de jóvenes norteamericanos -incluso muchos simpátizando con el socialismo-, donde hay un Bolsonaro también hay un movimiento de trabajadores y estudiantes en las calles, y acá en Argentina, donde hay un Macri también tenemos un extraordinario movimiento de marea verde”, exclamó.

Sobre la situación argentina Orzaocoa puntualizó que las múltiples crisis (financiera, ambiental, electoral, política, orgánica, de los partidos y aparatos del Estado) “son posibilidades a nuestro favor”. Ante lo cual, afirmó, “tenemos una gran responsabilidad, que es la de construir un nuevo bloque histórico”. “La profunda polaridad en el mundo es una muestra de que el movimiento de masas no ha sido derrotado”, concluyó.

En un sentido similar María de los Angeles Troitiño, del Movimiento de los Pueblos, recalcó “el Cordobazo nos tiene que servir para analizar la situación de hoy sin que nos venza la inmediatez”, “en este pueblo también hay resistencia”.

“El Cordobazo”, dijo María de los Angeles, “fue una experiencia amplia, unitaria, rebelde, y combinó todas las formas de lucha». “De todo eso tenemos que aprender”, recalcó María, para poder construir “hoy esa amplitud que tanto nos cuesta, desde debates democráticos y populares”. Historió también las distintas luchas que antecedieron al Cordobazo y las que con posterioridad a la gesta provocó el nacimiento de las organizaciones revolucionarias. Refiriéndose al presente convocó a seguir la lucha al margen de politiqueros burgueses y burócratas sindicales que frenan el camino de las masas. «Viva el Cordobazo, viva la lucha de los pueblos», concluyó, generando una gran ovación de los presentes.

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