Reproducimos comunicado de ATE Sur
5/8/2020
Con mucha bronca y dolor, el pasado lunes recibimos la noticia del fallecimiento de Lucila Nuñez, enfermera del hospital Luisa C. de Gandulfo de Lomas de Zamora.
La compañera se contagió de COVID-19 y tras dos semanas de internación fallece, agravado por contener factores de riesgo en su salud. Desde la Seccional ATE Gran Buenos Aires Sur enviamos nuestras condolencias a su familia y a sus compañeras y compañeros de trabajo.
Como en el caso de María Ester Ledesma, planteamos claramente que la muerte de la compañera se podía haber evitado. Una vez más, muere una trabajadora producto de la desidia y el abandono del estado. Los directores del hospital, los funcionarios del Ministerio de Salud y hasta el mismísimo gobernador Axel Kicillof son responsables.
Desde el primer día de la cuarentena, desde ATE Sur venimos exigiendo la derogación del artículo 5 de la resolución 90/20, nefasta resolución firmada por el Jefe de Gabinete de ministros Carlos Bianco, y avalada por Daniel Gollan, el Ministro de Salud, que impide tomar licencia y ser exceptuados de ir a trabajar a lxs trabajadorxs con factores de riesgo, por ser considerados personal esencial.
La misma Lucila, junto a delegadxs de nuestra seccional, en reuniones con la jefa del servicio de enfermería y con la dirección de hospital pidieron el cambio de servicio de la compañera para preservar su salud, ya que se desempeñaba en el sector donde se internan casos de COVID-19. La respuesta obtenida fue inoperancia, desidia, necedad y cerrazón, y que nos digan “cuando ingrese personal se le otorgará el cambio de sector”.
Lucila siempre tuvo el acompañamiento de sus compañerxs, a tal punto que fueron ellxs quienes, ante la negativa de la dirección, reunieron dinero y compraron una cánula que se necesitaba para realizarle una traqueotomía, mostrando una vez más la solidaridad que nos une como trabajadorxs.
Por todo esto es que sentimos dolor, bronca, tristeza e indignación. Hoy el virus se transmite velozmente, y es conocida por todxs la cantidad de trabajdorxs de la salud contagiados en todo el país. Están en la primera línea sin los elementos de protección necesarios, expuestos al abandono y la muerte.
No alcanzan los aplausos y las lindas palabras de los funcionarios y responsables políticos. La realidad es que nos siguen exponiendo en medio de una precarización laboral inmensa y el abandono que hay en la salud pública a lxs trabajadores y trabajadoras que ponemos nuestra vida y la de nuestras familias en riesgo, con muy pocos elementos de bioseguridad o de muy mala calidad, con protocolos ambiguos, y con la presión y aprietes de jefes de servicio y/o directores.