Posted on: 11 octubre, 2020 Posted by: MULCS Comments: 0

Documento de Feministas del Abya Yala

11/10/2020

¡Despertemos humanidad, ya no hay tiempo!”. Berta Cáceres

Este octubre de 2020, no se realizará el 35° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, No Binaries, Intersex, Bisexuales, convocado para San Luis, desde el 34° Encuentro realizado en La Plata. Año a año hemos superado distintos obstáculos políticos, pero la pandemia, la cuarentena, hoy nos impiden concretar esta cita. No queremos negar que es un golpe, para quienes año tras año esperamos y nos preparamos para vivir nuestro Encuentro con alegría, emoción, porque sabemos que el abrazo de miles de compañeras y compañeres, los diálogos, las marchas, los compromisos, los debates, son parte de los procesos colectivos, políticos y pedagógicos, que dieron fuerza y potencia a nuestros feminismos populares, indígenas, comunitarios, villeros, campesinos, migrantes, de trabajadoras/es de tiempo completo. Es el momento de diálogo entre luchadoras, entre quienes ocupamos tierras, levantamos viviendas, hacemos de la soberanía alimentaria un gesto cotidiano, acompañamos a las víctimas de la violencia patriarcal, denunciamos a la justicia patriarcal y a los estados y gobiernos que legitiman las violencias.

Sin embargo, aún en este contexto, las mujeres, lesbianas, travestis, trans, cuerpos y sexualidades plurales comprometides en la lucha antipatriarcal, no nos quedamos en casa, como nos invitaban desde el gobierno mundial. No pudimos hacerlo porque el coronavirus no es la única pandemia que atraviesa nuestros barrios. El hambre, la falta de vivienda, de tierras, las amenazas de desalojo de los territorios, en casi todo el Abya Yala, nos obligó a salir a las calles a crear ollas populares, repartir el alimento, realizar la limpieza. Todo lo que los gobiernos no hacen. Las mujeres tuvimos que salir junto a jóvenes y a los pueblos, a apagar los incendios provocados por quienes esperan lucrar con los territorios arrasados. Salimos a defender los humedales. Salimos a defender el bosque nativo. Salimos a enfrentar las nuevas concesiones que se pretende dar a las petroleras, a las mineras, aprovechando la restricción a la movilización impuesta desde los gobiernos. Salimos a defender el salario. A luchar contra la creciente desocupación. Salimos a pelear por la vida de cada piba desaparecida, de cada pibe desaparecido y asesinado. Por Facundo, por Cecilia Basaldúa, por todas y todxs decimos: ¡Basta ya de desaparecernos, de matarnos! ¡El Estado y los gobiernos, son los responsables!

También estamos enfrentadas al golpe de estado en Bolivia, a las amenazas imperialistas y de los gobiernos fascistas contra los procesos populares en Venezuela, en Cuba. Repudiamos con energía la posición del gobierno argentino de votar en la ONU junto a los gobiernos fascistas, contra Venezuela, habilitando las políticas de intervención y bloqueo.

A pesar de la pandemia, nos encontramos hilando entramados de resistencia, de lucha, de vida. Tenemos presente más que nunca el llamado de nuestra compañera Berta Cáceres, defensora de la vida y la humanidad… “Despertemos humanidad ya no hay tiempo”

El Covid 19 es una demostración más del poder mortífero de este sistema capitalista, patriarcal, colonial, imperialista. Sin lugar a dudas, el poder se funda en dinámicas de explotación de la vida en todas sus expresiones y dimensiones. Es un poder que nos lleva solamente a diferentes modos de un mal vivir. Impone sus lógicas de dominio y control, como lo hizo históricamente, a través de la violencia, del sufrimiento y el silenciamiento.

Las Feministas del Abya Yala, como muchas compañeras en todo el continente, estamos resistiendo al modelo de muerte y aniquilamiento. Sembramos vida, construyendo proyectos alternativos frente a las lógicas patriarcales, capitalistas, coloniales. Nos encontramos rompiendo las fronteras impuestas por siglos. Compartimos dolores y nos unimos para denunciar las múltiples injusticias, y para sanar las heridas históricas que vivimos en nuestro Abya Yala. Nos rebelamos frente a los procesos de dominación y generamos proyectos de buen vivir, libres de violencias e imposiciones. Construimos relaciones sociales, cotidianas, colectivas, solidarias, y nos rearticulamos gestando nuevos horizontes.

Somos diversas, plurales, de diferentes territorios y experiencias, construimos caminando nuestros feminismos, reconociendo nuestras raíces e historias, recuperando los saberes y las resistencias de nuestras ancestras. Apostamos a que nuestros cuerpos/territorios y subjetividades gocen de autonomía. Al derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, como primer territorio a defender. A que nuestras comunidades y territorios sean libres de violencias. A construir territorios autónomos y soberanos. A gestar proyectos vinculados a la ética del cuidado colectivo y la sostenibilidad de la vida.

Habitamos los feminismos populares, diversos y plurinacionales. Rechazamos los ahistoricismos, los esencialismos, los biologicismos, los racismos y las lógicas de exclusión.

En este contexto denunciamos:

El avance en nuestro Abya Yala y en el mundo de los conservadurismos políticos, económicos, financieros, discursivos y prácticos que asedian nuestras vidas y las de las próximas generaciones. Rechazamos la reacción conservadora, misógina, las políticas de odio, en respuesta a la fuerte presencia del feminismo en nuestros territorios. Los fascismos caminan entre nosotras reforzando el régimen heterosexual, como norma y como política de regreso a la familia patriarcal. Rechazamos las políticas de muerte, guerreristas, golpistas, las amenazas de invasión o de intervención en los procesos populares y las lógicas militaristas actuando a través de redes transnacionales.

Los Golpes de Estado en la región se fueron imponiendo con diferentes estrategias desde el año 2004 en Haití, 2009 en Honduras, 2012 en Paraguay, 2016 en Brasil y 2019 en Bolivia. Todos agudizaron los problemas sociales, económicos, realizaron grandes masacres, limitaron impunemente las libertades mínimas y el derecho a la vida. Todos abrieron las puertas a las corporaciones transnacionales, para seguir profundizando el saqueo colonial, a través de las políticas extractivistas. Todos fomentaron el odio racista, como argumento y como modalidad de los crímenes. Todos significaron mayor violencia patriarcal, y coartaron el derecho a decidir con libertad sobre nuestros cuerpos, nuestra maternidad o no, nuestra sexualidad. Todos estimularon la xenofobia, y la criminalización de las resistencias populares. Por eso decimos ¡Ni golpes de estado, ni golpes a las mujeres!

Denunciamos la actuación sistémica y cada vez más consolidada de este sistema depredador, heteropatriarcal, xenófobo, antropocéntrico, e imperialista.

Denunciamos el aumento de feminicidios políticos, empresariales, territoriales que avanzan sobre la vida de las defensoras de la vida en los territorios, de las cuidadoras de las lagunas, de los bosques, de los ríos. Denunciamos el ecocidio, y los crímenes a las guardianas de la biodiversidad, de las semillas, de la naturaleza. ¡Basta de ecocidio! ¡Paren de matarnos! ¡Ni una menos!

Denunciamos la continuidad y el incremento de los travesticidios, y la vulnerabilidad en que se ha dejado a la comunidad travesti trans en la pandemia. Exigimos cupo laboral travesti trans en todos los ámbitos públicos y privados. ¡Basta de travesticidios!

Denunciamos la consolidación de la hegemonía ortodoxa impuesta por los mercados financieros internacionales que nos endeuda y crea más y más dependencia. El afianzamiento de los procesos de precarización de la vida, el endeudamiento en todos los niveles, la imposición de políticas de exclusión, funcionan como una amenaza más que deviene en la pérdida de derechos.

Denunciamos el fortalecimiento de los procesos de mercantilización de la vida en todas sus esferas, que refuerzan la mercantilización de nuestros cuerpos – territorios.

Denunciamos que nos quitan las posibilidades de vida en nuestros territorios, empujando a las mujeres y a los pueblos a procesos migratorios que a su vez son criminalizados en los territorios a donde llegan. Se agrava de manera alarmante la situación de las migrantes y de las niñeces, debido a las políticas migratorias deshumanizantes en todos sus sentidos.

Denunciamos que los procesos de criminalización, persecución y disciplinamiento no solamente se agudizan, sino que también se vuelven más sofisticados y crueles. Repudiamos el crimen de las niñas en Paraguay, en Guatemala, las masacres y el exterminio de líderes sociales en Colombia, la persecución a hermanas defensoras de los territorios, como Lolita Chávez del pueblo maya k´iche´ en Iximulew (Guatemala), como Miriam Miranda, lideresa garífuna de Honduras, como Marilén Serna, lideresa campesina en Colombia. Enviamos nuestra solidaridad y abrazo a Piedad Córdoba, en Colombia, a las hermanas mapuche hostigadas en sus territorios, junto a sus niñas y niños, a ambos lados de la Cordillera.

Denunciamos que la intromisión de los países coloniales e imperialistas, siguen imponiendo programas neoliberales y proyectos que atentan sobre la soberanía de los pueblos, utilizando diferentes metodologías y estrategias según sus interesas y necesidades. A veinte años de la derrota del ALCA, nuestro feminismo plurinacional, popular, comunitario, latinoamericano, antiimperialista, sigue exigiendo a los gobiernos que no firmen acuerdos de libre comercio, que anulen los ya firmados, que establezcan contralorías sobre las deudas externas para llegar a su anulación y no a su renegociación, por ser instrumentos de chantaje imperialista sobre nuestra soberanía, y un instrumento de sistemático saqueo de nuestros pueblos.

Las Feministas del Abya Yala rompemos fronteras. Abrazamos a las mujeres y disidencias venezolanas en resistencia, a las mujeres, lesbianas, trans, travestis que defienden con coraje la Revolución Cubana. Saludamos con amor y respeto a las mujeres que se alzan en revoluciones en Kurdistán.

Las ancestras abren el camino, andan con nosotras, nos abrazan y nos invitan a seguir luchando, por todas las libertades, por todos los deseos, con toda la alegría, hasta la vida siempre.

Justicia para Berta Cáceres, para Macarena Valdés, para Marielle Franco, para Diana Sacayán. Nuestras revoluciones tendrán sus rostros y sus sueños.