Posted on: 16 marzo, 2021 Posted by: MULCS Comments: 0

Con una importante convocatoria de compañeres realizamos el 13 de marzo, un acto con radio abierta en la Plaza Mitre de Monte Grande (frente a la Municipalidad). Allí participamos el MULCS, junto con el FOL, FPDS-CP, FPDS, la Lista Naranja en la Multicolor de Esteban Echeverría (que integra, en Echeverría, la Multicolor de SUTEBA) y Reagrupa.

Lo que sigue es el documento que se leyó en el acto:

Hoy nos encontramos, otra vez, movilizándonos por el Día Internacional de la Mujer Trabajadora y el Paro Internacional Transfeminista. Esta fecha nos convoca para pensarnos en la lucha histórica por nuestros derechos, conmemorando el legado de las 149 mujeres trabajadoras que murieron durante el incendio de una fábrica textil en Nueva York, quienes trabajaban en condiciones precarias e insalubres. Hoy, a pesar de los derechos conquistados por la lucha feminista, seguimos padeciendo violencias de todo tipo y por eso, nos seguimos organizando.

Llegamos al 2021 con la fuerza del movimiento feminista y la histórica conquista de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Con la resistencia y militancia en cada barrio, en cada escuela y facultad, en los ámbitos laborales, deportivos, sindicales, en las organizaciones sociales, en las agrupaciones políticas y en cada lugar donde transitamos nuestras vidas, sabiendo que no estamos solas. Compartiendo este camino amando, luchando, llorando tanto de alegría como de indignación, con la impactante mística que nos caracteriza, poniendo el cuerpo, la mente y el corazón por un mundo un poco más justo e igualitario, hoy gritamos:

– ¡Nosotres movemos el mundo, nosotres lo paramos! El 8 de marzo se realizó un nuevo Paro Internacional y Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales y No Binaries. Paramos porque organizades decimos bien fuerte: basta de violencia machista en todos los ámbitos, basta de trata, basta de femicidios, travesticidios, transfemicidios y crímenes de odio. ¡Si nuestras vidas no valen, produzcan sin nosotres!

– ¡Eso que llaman amor, es trabajo no pago! En el mundo, las disidencias, las mujeres y las niñas realizamos el 85% del trabajo de cuidado no remunerado, sin el cual la economía no funciona; esta mayor carga de trabajo no pago que tenemos, nos impide a las feminidades alcanzar la incorporación al mercado laboral y nos mantiene lejos de la posibilidad de generar nuestros propios ingresos. Exigimos que el trabajo doméstico, reproductivo y de cuidado que realizamos de forma gratuita sea reconocido en su aporte como valor económico. Los recortes, las privatizaciones y el deterioro en los sectores de trabajos de cuidados como son la salud, los servicios sociales, la educación o la atención a las personas mayores y dependientes se hacen a costa del trabajo y el tiempo de las mujeres en los hogares y de las condiciones de quienes trabajamos en estos sectores. Exigimos políticas de cuidado para les trabajadores con hijes, con inclusión de todas las familias. Reivindicamos nuestros derechos laborales, afectados por la precarización, la desigualdad salarial y el acoso sexual en el lugar de trabajo, ¡igual salario por igual trabajo!

– ¡Ni una menos! ¡Vivas nos queremos! En los primeros 70 días del año se cometieron 51 transfemicidios y 5 femicidios vinculados. El machismo, la misoginia y el patriarcado nos matan: nos matan en la calle, nos matan en nuestras casas, nos matan nuestras parejas, nos mata la policía, nos mata la justicia y nos mata el Estado. Exigimos mayor presupuesto para la asistencia, prevención y erradicación de la violencia patriarcal, y promoción de políticas para la independencia económica y habitacional de mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis, trans y no binaries víctimas de violencia.

– ¡El Estado es responsable! Este año, en la mayoría de los casos de femicidio se registraron denuncias previas ante la justicia, e incluso se habían dispuesto medidas de restricción perimetral que se encontraban vigentes al momento del crimen. Hoy existe una fractura del Estado de derecho que favorece la impunidad ¡Exigimos una justicia que no ampare el poder clasista y patriarcal! El Estado no pone recursos para el seguimiento de las situaciones denunciadas y en el contexto de pandemia han empeorado las condiciones de vida especialmente de las mujeres, travestis, trans y no binaries: pobreza, falta de vivienda, hambre y despidos. Exigimos más presupuesto para el seguimiento de los casos de violencia de género y familiar, y dispositivos de emergencia para contener a las mujeres que hoy son revictimizadas por parte del Estado. ¡Pulseras electrónicas para los violentos!

– Reclamamos la implementación efectiva de la Ley Micaela García. Capacitación obligatoria y transversal a trabajadores y magistrades en género, orientaciones sexuales e identidades de género para lograr la perspectiva de género en los procesos judiciales. Cuando denunciamos que hemos sido agredidas se cuestiona nuestro testimonio, se nos juzga a nosotras y no a los agresores. La legislación vigente es insuficiente y no se aplica en su totalidad ni ha sido dotada de recursos. Exigimos asignación de recursos para fortalecer las políticas de género en el servicio de justicia, que se reglamente y se cumpla la ley de Patrocinio jurídico gratuito para mujeres victimizadas por la violencia machista, tribunales especializados para la atención de violencia de género y la despatriarcalización de todo el Poder Judicial. ¡Por una reforma judicial feminista!

– ¡Por un tratamiento mediático responsable y con perspectiva de género! Los medios de comunicación no respetan la Ley 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres y ejercen violencia mediática contra nosotras todos los días. Exigimos un abordaje mediático responsable y con perspectiva de género, especialmente de las situaciones de violencia y femicidio. Cuando hacen hincapié en la víctima y no en el victimario, nos siguen violentando. Cuando exponen detalles escabrosos sólo para alimentar el morbo de su audiencia, nos siguen violentando. Cuando muestran la cara de la víctima y ocultan la cara de su agresor, nos siguen violentando. Cuando justifican la violencia ejercida sobre nosotras con discursos que hablan sobre cómo nos vestimos, con quiénes estamos y adónde vamos, nos siguen violentando. Los femicidas no son enfermos, son hijos sanos del patriarcado.

– ¡Exigimos la sanción e implementación de la Ley de Cupo e Inclusión Laboral Travesti Trans! En enero se incorporó en el temario de sesiones extraordinarias al proyecto de Promoción del Acceso al Empleo Formal para Personas Travestis, Transexuales y Transgénero “Diana Sacayán – Lohana Berkins”. La Ley obliga a los tres poderes del Estado nacional a implementar políticas públicas para lograr la efectiva inclusión laboral de las personas travestis y trans en el sector privado a través de estímulos fiscales y el apoyo a proyectos productivos de la economía popular con el fin de promover la igualdad real de oportunidades. Tenemos dictamen, ahora, ¡que sea ley!

– ¡Las niñeces trans se merecen ser libres y felices! La experiencia trans en la infancia es de las más negadas, incomprendidas y estigmatizadas. Visibilizamos las violencias y exclusión que se ejercen sobre les niñes trans en el sistema sanitario y en el sistema educativo. Exigimos la despatologización de las identidades trans, la efectiva implementación de la Ley de Identidad de Género y la desjudicialización de los procesos de cambio de nombre y sexo legal. ¡Queremos una Educación Sexual Integral no binaria y no cisexista!

– En el marco de la movilización que se realizó el 7 de marzo por el Día de la Visibilidad Lésbica, nos nombramos tortas, nos visibilizamos tortas. Sin dudas, es un acto plenamente político. No es una cuestión de moda, ni una situación de confusión, muchos menos implica tener una enfermedad: es un posicionamiento al mundo, que implica visibilizar nuestros sentires, nuestras ideas, nuestros placeres. En un acto de rebeldía, porque nos rebelamos ante todo lo que no nos deja ser en esta sociedad heteronormativa. Repudiamos las violencias hacia nosotres por parte del Estado y sus instituciones. Nuestra existencia es política, no tenemos que escondernos más, no vamos a escondernos más. ¡Por menos placares y más placeres! Basta de censura. Nuestros besos no son delitos, ¡la heterocisnorma mata! ¡Las tortas existimos, resistimos y nos organizamos!

– Pedimos con urgencia la implementación de una mesa distrital de géneros y diversidades en Esteban Echeverría. Proponemos un trabajo articulado entre organismos gubernamentales y no gubernamentales que promueva la asistencia interdisciplinaria para la evaluación, diagnóstico y definición de estrategias de abordaje en nuestro partido.

– Reclamamos a nuestro distrito políticas de acompañamiento, refugios y recursos para mujeres en situación de violencia, como así también su promoción, divulgación y real acceso. Exigimos la ejecución del Fondo Permanente Especial de Asistencia para las Violencias por Razones de Género asignado en abril de 2020. Cuando decimos que el Estado es responsable, también le hablamos a nuestres representantes locales, ¡las mujeres y diversidades de Esteban Echeverría queremos vivir libres y sin miedo!