02/04/2022
Para nuestro país y para los pueblos de Nuestra América, las Islas Malvinas son un ejemplo vivo de la política colonialista histórica del imperio británico, y al mismo tiempo son una representación de los tiempos actuales del imperialismo representado por la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte).
Desde el 3 de enero de 1833 la Corona Británica usurpa esta parte de nuestro territorio nacional, invadiendo las Malvinas y apoderándose por la fuerza de las Islas Sandwich, Georgias e Islas del Sur. Ya en ese momento, EEUU ayudó a Gran Bretaña en la usurpación. Para hacerlo, debieron vencer la tenaz resistencia de sus habitantes, encabezada por el peón de campo Antonio «el gaucho» Rivero, quién al mando de un grupo de gauchos e indios, denunció la usurpación y la enfrentó armas en la mano.
Desde entonces, la Argentina reclamó por vías diplomáticas su derecho soberano sobre el archipiélago y sobre las demás islas del Atlántico Sur. En 1960, en medio de fuertes procesos de liberación nacional y descolonización en los llamados países del Tercer Mundo, en especial en África, la ONU (Organización de las Naciones Unidas) aprobó la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales. A partir de ese momento reconoce nuestras Malvinas como uno de los diecisiete territorios en situación de coloniaje, promoviendo el diálogo entre ambos países a efectos de terminar con dicha situación.
El 30 de marzo de 1982, la CGT que dirigía Saúl Ubaldini, convocó a un paro general y movilización a Plaza de Mayo, con las consignas “Paz, Pan y Trabajo”, brutalmente reprimida. Esta manifestación de cientos de miles de personas en todo el país demostró que se había agotado la paciencia de nuestro pueblo trabajador hacia la dictadura.
El 2 de abril de 1982 la Dictadura Militar, conducida por Galtieri, ordenó la ocupación de nuestras Islas Malvinas. En un claro intento de perpetuarse, apeló al sentimiento anticolonialista y antiimperialista de nuestro pueblo. Los genocidas locales venían sirviendo a los yanquis en la guerra contrarrevolucionaria en América Central y, en el marco de la Doctrina de Seguridad Nacional, eran parte del Plan Cóndor de las dictaduras sudamericanas. En una evidente muestra de incomprensión de la alianza estratégica que une a EEUU con la vieja Inglaterra, refrendada en la política de la OTAN creyeron que, producto de ese alineamiento internacional, los EEUU no intervendrían a favor de Gran Bretaña. Cabe consignar que hoy dicha alianza continúa con la reciente creación de la AUKUS (alianza militar formada en 2021 entre ambos países y Australia para actuar en el Indo-Pacífico, especialmente contra China)
Nuestro pueblo celebró la acción que reivindicaba nuestra soberanía sobre las islas, a pesar de que esas Fuerzas Armadas eran incapaces de defender nuestro territorio, y mucho menos contra Gran Bretaña y Estados Unidos, principales ejes de la OTAN: Solamente estaban preparadas para luchar contra los sectores organizados de nuestro pueblo trabajador y, en particular, contra las organizaciones revolucionarias de esa época, con los métodos del Terrorismo de Estado. En ese contexto, las Madres de Plaza de Mayo sintetizaron la situación en la consigna “Las Malvinas son argentinas, los desaparecidos también”.
Como consecuencia de la derrota de 1982, hoy en nuestras Malvinas existe una base militar de la OTAN, estratégica no solamente para Gran Bretaña sino para los intereses geopolíticos de esa alianza militar dirigida por EEUU. Es la base principal en el Atlántico Sur.
Al mismo tiempo, Gran Bretaña avanza en la explotación petrolera y en los ilegales permisos de pesca en la zona marítima de influencia de las islas. Esta política colonialista es favorecida por la destrucción de la flota mercante de nuestro país como parte de la entrega de nuestra soberanía portuaria, fluvial y marítima de la década de 1990, durante el Gobierno pro-imperialista de Menem. Contra esas políticas continuamos luchando hoy en el Frente por la Soberanía Nacional.
En aquella guerra, nuestros soldados conscriptos, los “colimbas”, lucharon heroicamente, aún en condiciones de enorme inferioridad. Fueron los hijos de nuestro pueblo trabajador quienes perdieron sus vidas o sufrieron enormes heridas físicas y psicológicas como consecuencia de la dirección genocida y aventurera de la guerra. Hoy, a cuarenta años, seguimos reivindicando no sólo nuestra irrenunciable soberanía sobre las Islas Malvinas: también recordamos a esos jóvenes soldados, algunos de ellos incluso torturados por la propia dictadura, olvidados a conciencia por el poder permanente. Los derechos de los ex combatientes en Malvinas son un reclamo constante de nuestro pueblo.
La causa de las Malvinas despierta la solidaridad de los pueblos de Nuestra América, y la gran mayoría de las naciones de nuestro continente se ha pronunciado contra el colonialismo británico en nuestro territorio. El apoyo en los foros internacionales es muy necesario e importante, pero una verdadera política anticolonial debe ser antiimperialista y necesita de acciones y políticas más concretas.
Recientemente el Gobierno Nacional, al pronunciarse a favor de los intereses de la OTAN en la guerra entre Rusia y Ucrania, omitió en forma deliberada el papel colonialista que juega también en la actualidad esa alianza militar en nuestro territorio, donde las compañías inglesas siguen conservando su patrimonio, su capital y sus privilegios, sin ser expropiadas. El modelo de extractivismo, dominante en nuestra tierra, es hegemonizado por capitales estadounidenses y europeos, que explotan nuestros bienes comunes (en la megaminería, en la extracción de gas y petróleo, en el agronegocio, etcétera).
En consonancia con esta política de capitulación permanente, gestos de una insolencia imperial sobreactuada fueron tolerados o bienvenidos, como el nombramiento del inglés Ben Kelmanson en carácter de negociador permanente del FMI con nuestro país, quien, a principios de febrero de este año, fue recibido con honores en el Departamento Central de la Policía Federal, por el comisario general Juan Carlos Hernández.
Hoy, tras el pacto con el FMI, la dominación imperialista se acrecienta, avanza hacia una mayor dependencia y pobreza para nuestro país y para nuestro pueblo trabajador. La lucha contra el FMI es una lucha antiimperialista y anticapitalista, íntimamente ligada a la lucha por la plena soberanía de nuestro territorio.
La recuperación soberana de las Malvinas va de la mano de la recuperación de la soberanía plena en el territorio continental en todos sus aspectos. La apropiación de más de 12 mil hectáreas del territorio patagónico en la frontera con Chile por parte del magnate británico Joe Lewis, es un símbolo muy fuerte de esa dominación imperialista en la Argentina. No es casual su amistad con Mauricio Macri, cuya ex ministra y actual senadora Patricia Bullrich, sostuvo que había que ceder las Malvinas a cambio de vacunas. Es imprescindible pronunciarse contra esta verdadera usurpación que incluye el Lago Escondido, por parte de uno de los dueños de la energía eléctrica en la Argentina, a través de la empresa Pampa Energía.
Desde el MULCS, como todo el pueblo argentino, ratificamos que las Islas Malvinas forman parte indisoluble de nuestro territorio, y que el camino que debemos seguir como pueblo es de la unidad latinoamericana con posiciones firmes, con boicots y penalizaciones de conjunto a nivel nuestroamericano contra los capitales británicos, para desterrar definitivamente el colonialismo de nuestro continente.
Este camino de unidad continental es el adecuado para desterrar definitivamente el colonialismo de nuestro continente, tanto en las Malvinas como en el Puerto Rico, colonizado por el imperialismo yanqui, en la base de Guantánamo en territorio usurpado a Cuba por EEUU, en la Guyana colonia de Francia, en las islas caribeñas poseídas por las potencias europeas (Guadalupe, Martinica, Bermudas, Montserrat, Islas Vírgenes, Caimán, etcétera). Repudiamos también el colonialismo de las potencias dominantes en el territorio usufructuado de la Antártida.
¡La deuda es con los pueblos y con la naturaleza, no con el FMI ni con el capital usurero!
¡Fuera ingleses de Malvinas y fuera yanquis de toda Nuestra América!
MULCS
Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social
2/4/2022