Reproducimos declaración de CTA Bahía Blanca
22/10/2020
El Consejo del Salario compuesto por el Ministerio de Trabajo, Cámaras Empresariales y Centrales Sindicales aprobó el 14 de octubre llevar el salario mínimo, vital y móvil a 21.600 pesos en 3 cuotas no acumulativas:12% en octubre,10 % en diciembre y 6% en marzo.
La representaciones del gobierno, de los empresarios y de la CGT y la CTA de los Trabajadores aprobaron la miseria salarial con su voto y la CTA Autónoma votó en contra.
Desde la CTA Bahía Blanca decimos:
El salario mínimo, vital y móvil no se actualiza desde agosto del año pasado, cuando el gobierno macrista decretó un aumento en 3 partes, fijando su valor en los magros $16875 que se mantienen al día de hoy.
El aumento del costo de vida, la inflación y el valor de la canasta básica se devoraron los ingresos de los trabajadores.
Para los trabajadores desocupados la situación es aún más crítica, con salarios que hoy están en $8500, por debajo de la canasta de indigencia.
Sin embargo, no todos perdieron en este proceso. Durante el último año, incluso teniendo en cuenta la pandemia, los bancos, las corporaciones exportadoras y las grandes empresas de la tecnología digital multiplicaron sus ganancias.
A las mineras y al campo se les reducen las retenciones, mientras se discute la continuidad del IFE que no está previsto en el proyecto de Presupuesto 2021.Esta reducción implica una transferencia de 300 millones de dólares a las empresas exportadoras.
Mientras grandes empresas como el grupo Vicentin se aprovechan de multimillonarios préstamos del Estado que luego no pagan, el impuesto a las grandes riquezas se empantana por meses en el Parlamento.
Al mismo tiempo que a jubilados y jubiladas se le otorga por decreto aumentos por debajo de la inflación proyectada, gobierno, empresarios y la CGT sientan en la mesa con los directivos del FMI que vienen a auditar la economía de un país quebrado, producto de la complicidad de ese organismo y la de los funcionarios del gobierno macrista.
La experiencia nos enseña que las recetas del Fondo para bajar el déficit fiscal siempre han apuntado y apuntan a reformas previsionales y laborales a la baja. Nada indica que esta vez vaya a ser distinto.
Reivindicamos el derecho al salario mínimo vital y móvil previsto en el artículo 14 bis de la Constitución y el artículo 116 de la ley de Contrato de Trabajo que asegura al trabajador y la trabajadora “la alimentación adecuada, la vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte, esparcimiento y previsión”.
Este derecho hoy implica para una familia de 4 personas un ingreso de 81 mil pesos basándonos en los informes que elabora el INDEC.
La diferencia entre este valor de la fuerza de trabajo y lo que realmente percibimos quienes trabajamos bajo convenio y quienes lo hacen bajo las formas de la precarización laboral pone de manifiesto las condiciones de explotación de las mayorías.
La experiencia colectiva nos indica que los derechos no se mendigan, se conquistan en la lucha. Por eso rechazamos la conducta de las conducciones sindicales complacientes y claudicantes que se sienten a la mesa de negociaciones para convalidar un acuerdo vergonzoso.
Desde nuestra CTA de Bahía Blanca no aceptamos regalar con posibilismos y traiciones las aspiraciones de progreso social encarnadas en luchas históricas de la clase trabajadora argentina por cambios de raíz en una estructura social hecha a la medida de los y las de arriba.
No vemos la posibilidad de vivir mejor sin impedir que una minoría siga acumulando la riqueza generada colectivamente, sin rechazar los pagos de deudas ilegítimas y fraudulentas, sin incrementar presupuestos de salud, educación y vivienda y sin generar nuevas relaciones sociales basadas en la solidaridad y la igualdad entre las personas y no en la codicia del capital. Nuestra dignidad se conquista desde abajo y con la lucha colectiva por un programa a la medida de nuestros intereses.
CTA BAHÍA BLANCA
14/10/2020