15/5/2021 –
Mientras seguimos en pleno ataque de la Segunda Ola del covid19, cada día sufrimos más la inflación, la pobreza, la precarización del trabajo y de la vida. En estas difíciles condiciones, el Gobierno del Frente de Todos sigue respetando muchísimo más a los que mandan que a nuestro pueblo trabajador, provocando mayor decepción en quienes lo apoyaron para derrotar no sólo a Macri sino también a sus planes PRO imperialistas y hambreadores.
En Nuestra América, recrudece la lucha de les trabajadores y el pueblo en Colombia contra el gobierno asesino de ese país hermano. En nuestro país, hay que construir fuerza política popular a partir de las luchas obreras y populares, transformando el desencanto de buena parte de nuestro pueblo en una alternativa superadora, un movimiento de las y los de abajo, que enfrente en serio al poder de las grandes empresas y el imperialismo.
Pandemia y vacunas: Sufriendo la Segunda Ola
Desde principios de abril, viene golpeando fuerte el covid19 en nuestro país. Ya se han superado largamente las 3 millones de personas contagiadas, y nos acercamos a los 70.000 fallecimientos. Según datos recientes, el 60% de quienes ingresan a terapia intensiva con este virus no sobreviven. La pandemia tiene complicaciones similares en la mayoría de los países de Nuestra América.
Continúan llegando vacunas Sputnik, Sinopharm, y de AztraZeneca, pero son insuficientes aún para cubrir a toda la población que las precisa urgentemente en una carrera despareja contra la llegada del frío y el invierno. Han llegado alrededor de 12 millones de vacunas, y prometen que llegarán 4 millones de vacunas de AztraZeneca en mayo, las mismas vacunas cuyo componente activo se produjo en nuestro país y fue mandado a “envasar” en México para beneficio de la industria farmacéutica norteamericana.
Contra el lucro como único objetivo de la industria farmacológica, se hace cada vez más necesario que las vacunas contra el covid19 sean de dominio público, y que se liberen las patentes. Por supuesto, es un reclamo de fondo, que hace a la esencia del modelo capitalista de dominación: la salud de los pueblos del mundo es un derecho y no puede ser manejada como un negocio más, como una mercancía que se compra y vende en el mercado mundial.
Como ejemplo contrario al predominio del capital sobre la salud y los derechos populares, se encuentra el desarrollo cubano de vacunas contra este virus. En Cuba ya han comenzado a realizar pruebas masivas de sus propias vacunas Abdala y Soberana II (ver: https://www.youtube.com/watch?v=Xpd9l8FilA8). Se trata del único país de nuestro continente que vacunará a toda su población con producción propia, en una nueva muestra de soberanía sanitaria. Al mismo tiempo, avanzará en la venta y distribución de vacunas hacia otros países de Nuestra América.
Hasta el momento, las necesarias restricciones a la circulación impidieron el colapso completo del sistema de salud en la ciudad de Buenos Aires y en el conurbano, pero la situación se agrava día a día. Cada vez los fallecimientos y los casos graves afectan a más personas, y de menor edad. El promedio de casos diarios supera los 25.000, y la vacunación aún no disminuye el pico de la pandemia.
En este marco, les trabajadores de la salud de todo el país están profundamente agotades, y continúan sin recibir los salarios y condiciones laborales que precisan. A pesar de haber sido vacunades masivamente contra el covid19, las enfermedades físicas y psíquicas siguen recayendo sobre este sector realmente esencial de nuestro pueblo trabajador. El enorme triunfo de les compañeres de salud en Neuquén, superando los topes salariales inferiores a la inflación real, es un avance importante, pero el Gobierno neuquino está castigando a les “elefantes rebeldes” con descuentos salariales en estos días.
Los pueblos de Nuestra América en lucha y en disputa
En Colombia se ha desatado una enorme resistencia de les trabajadores y el pueblo contra una reforma tributaria antipopular, que vuelve a subir impuestos a las mayorías en el marco de la pandemia. Es el país del continente más castigado por la represión y los asesinatos constantes de luchadoras y luchadores desde hace décadas, con un sistema político alineado con el imperialismo y el narcotráfico. En esta lucha se destaca la enorme bronca popular que se expresa espontáneamente, más allá de las organizaciones nucleadas en el Comité Nacional de Paro, con una lucha inédita en las últimas décadas contra el gobierno oligárquico tradicional que oprime al pueblo colombiano (http://mulcs.com.ar/index.php/2021/05/15/colombia-ensangrentada-la-indignacion-se-hace-pueblo-en-la-lucha/).
Al mismo tiempo, asistimos a una nueva ofensiva del Estado sionista de Israel contra el pueblo palestino, cuyas organizaciones resisten en Jerusalem ocupada, Gaza y Cisjordania (http://mulcs.com.ar/index.php/2021/05/15/palestina-acto-del-comite-de-solidaridad-14-de-mayo/). No casualmente, Israel y Colombia son los dos Estados con mayor “ayuda militar” del imperialismo yanqui en el mundo, y cumplen funciones políticas y militares similares en sus regiones a favor de EEUU.
En Perú está en pleno desarrollo la segunda vuelta de las elecciones presidenciales entre Keiko Fujimori, hija del ex dictador “constitucional”, y Pedro Castillo, un dirigente docente surgido de las luchas del interior profundo del país. Es una pelea central, en que el imperialismo y su aparato de medios de comunicación están jugando fuerte para sostener la continuidad neoliberal y entreguista a través del apoyo a Keiko. Las elecciones del próximo 6 de junio son muy importantes para los pueblos de Nuestra América, y por supuesto también para nuestros enemigos estratégicos.
En estos días se realizarán elecciones de convencionales constituyentes en Chile, un resultado de las enormes luchas abiertas por el Chile Despertó de 2019. Sus resultados, los avances y retrocesos parciales de este proceso, serán también claves para los pueblos de nuestra región.
Inflación y pobreza para las mayorías: Mayores ganancias para grandes empresas
En nuestro país la inflación y la pobreza continúan avanzando. En los primeros cuatro meses del año, según el INDEC, la inflación llegó al 18%, y el supuesto 29% para todo el año es cada vez más una ilusión. La pobreza afecta a la gran mayoría de les niñes de nuestro país, y se aproxima a ser sufrida por la mitad de nuestro pueblo.
Es importante destacar que la inflación no es un sinónimo de “crisis” para todes por igual. Los exportadores agroganaderos, las grandes empresas de la alimentación, los bancos, están aumentando sus ganancias: la soja vuelve a cotizarse a más de 600 dólares la tonelada (el mejor precio desde 2012), nunca exportaron tanta carne en volumen y en precio como ahora, y las ganancias de las alimenticias y de las empresas de servicios públicos siguen viento en popa. Como un símbolo de su poder y de su desprecio por las necesidades y angustias populares, en la UIA designaron como presidente a Daniel Funes de Rioja, histórico lobista de las grandes patronales alimenticias. Es una señal de que no van a aflojar con el aumento de sus ganancias… ni dejarán de subir los precios.
En ese contexto, el Gobierno del Frente de Todos no puede controlar la inflación por su temor a enfrentarse con las empresas “formadoras de precios”, y la política de “mayor equilibrio fiscal” dispuesta por Guzmán sólo ataca a la clase trabajadora y a los sectores populares. Por la vía inflacionaria y la suba de tarifas, hay un ajuste sobre nuestros ingresos y condiciones laborales, que afecta especialmente a los sectores más empobrecidos y a las millones de mujeres que sufren la doble explotación que impone el sistema patriarcal dominante, trabajando, cuidando y alimentando a las familias populares.
En la coalición de gobierno disminuyeron las internas sobre el rumbo económico a seguir, después de la ampliación de la Tarjeta Alimentar. Pero continúan las diferencias entre quienes ven imprescindible abrir la billetera para contener reclamos populares (y asegurarse apoyo popular y electoral) y quienes priorizan, como Guzmán, el “equilibrio fiscal” como vía para llegar a acuerdos con el FMI por la deuda. Ese debate se hizo público con la suba de tarifas de electricidad, y seguramente continuará abierto.
Distintas políticas de los movimientos territoriales frente a la pobreza
Está claro que la pobreza no se detendrá solamente con más planes sociales, que encima seguirán siendo de montos miserables después del vergonzoso aumento del Consejo del Salario “mínimo, vital y móvil” que llevará ese mínimo a menos de 30.000 pesos dentro de un año (cuando la canasta familiar para no caer en la pobreza ya supera los 60.000 pesos). En cierto sentido, quieren apagar un incendio forestal con una manguera y un balde.
La oposición de los dirigentes de la UTEP (encabezada por Pérsico y Grabois) a la ampliación de la Tarjeta Alimentar tiene una razón evidente: si no se controla la inflación de los alimentos básicos ese aumento es “pan para hoy y hambre para mañana”. Pero al mismo tiempo, esa oposición también muestra una disputa por los escasos recursos para contención social que está disponiendo el Gobierno nacional en la segunda ola de la pandemia.
La Tarjeta Alimentar implicará el 1% del PBI, y los planes Potenciar Trabajo sólo el 0,20 del PBI. La fuerte oposición de los movimientos territoriales opositores en la Unidad Piquetera, en donde participamos desde el MULCS en nuestro frente de lucha, impidió que se recorten estos planes (http://mulcs.com.ar/index.php/2021/05/12/el-ministro-arroyo-reconocio-en-reunion-con-las-organizaciones-piqueteras-la-deficiencia-de-la-asistencia/).
Pero los recursos asignados a la ayuda social y laboral en la pandemia siguen siendo muy escasos, comparados con lo que están aportando en Estados Unidos y en la Unión Europea para evitar mayores levantamientos y reclamos sociales. Está claro que la deuda externa y el FMI son elementos centrales para condicionar el desarrollo soberano de nuestro país. Pero la tibieza para controlar a los siniestros “formadores de precios”, que amplían sus ganancias en base a la miseria masiva y mantienen sus precios “dolarizados”, sigue incrementando la pobreza y la dependencia económica.
Como venimos sosteniendo, en los movimientos territoriales de nuestro país coexisten dos concepciones antagónicas: por un lado, quienes se proponen como gestores de la “contención social” (muchas veces recubierta con el discurso de la “economía popular”), y por otro, quienes buscamos organizar a los sectores más empobrecidos de nuestro pueblo para luchar por un profundo cambio social. Por cierto, junto a estas corrientes centrales hay distintos sectores que fluctúan entre ambas posturas, y que debemos sumar, con amplitud y con táctica, para una política independiente y de clase.
La Suprema Corte contra el pueblo (y contra el Gobierno)
La derecha más reaccionaria sigue adelante, con la Corte y su Poder Judicial como espadas muy importantes, erosionando al Gobierno y golpeando a nuestro pueblo como se ve con la “presencialidad educativa”. Mantienen la presencialidad a rajatabla, aunque aumenten los contagios y fallecimientos de trabajadoras/es de la educación, y “ayudan” a los intereses de la gran burguesía. En los últimos días actuaron a favor del descongelamiento de las tarifas de telecomunicaciones e Internet, pese a que la conectividad es más necesaria que nunca en tiempos de pandemia. Como los grandes medios de desinformación masiva, la Corte y su Poder Judicial actúan fuera de toda lógica institucional, sólo interesados en cubrir adecuadamente los reclamos del poder real.
Distintos sectores populares, en general críticos de la conducción del Frente de Todos, ven con preocupación maniobras destituyentes en la Corte, en Juntos por el Cambio y su oposición a cualquier concesión a les de abajo, y en los medios hegemónicas.
Pero ninguna de estas maniobras es enfrentada con firmeza por Alberto Fernández y su Gobierno, que de esta forma agrandan aún más a sus adversarios y debilitan al campo del pueblo. Como señala el saber popular, la culpa no es del chancho, sino de quien le da de comer.
Deuda y soberanía fluvial: Problemas estratégicos, salidas de compromiso
El presidente está concluyendo una gira por países de Europa (Portugal, España, Francia e Italia), entrevistando al Papa y a la directora del Fondo, Kristalina. Junto a su Ministro de Economía, buscan mejorar un acuerdo con FMI, y que les permitan postergar el acuerdo con el Club de París sin pagar mayores intereses. Es una negociación muy a la defensiva, sin tomar en consideración que la deuda con el FMI, sumada al acuerdo con los bonistas de 2020, las deudas provinciales y la “intraestatal”, es impagable…aún en 20 años. Por cierto, no se animan a plantear la investigación profunda de la deuda externa, y así el supuesto camino “realista” va a terminar, más temprano que tarde, en una nueva y mayor crisis de deuda.
En esta línea, venimos trabajando desde el Movimiento de los Pueblos dentro del amplio espacio de la Autoconvocatoria por suspensión de pagos e investigación de la deuda, que se dispone a realizar una nueva Asamblea el martes 18 de mayo (http://mulcs.com.ar/index.php/2021/05/10/asamblea-abierta-el-18-de-mayo-participar-debatir-actuar-unir/). Valoramos también la iniciativa de Adolfo Pérez Esquivel y Nora Cortiñas de una carta al Papa planteando estos mismos reclamos, como forma concreta de amplificar estas posiciones soberanas (https://dialogo2000.blogspot.com/2021/05/adolfo-perez-esquivel-y-nora-cortinas.html).
Seguimos actuando en el Frente por la Soberanía Nacional contra la nueva licitación de la mal llamada “Hidrovía” (http://mulcs.com.ar/index.php/2021/05/14/las-multinacionales-van-por-su-hidrovia-recuperemos-nuestras-vias-navegables/). En esta semana, el Senado le dio un nuevo respaldo a la licitación a la medida de los intereses de las exportadoras y del imperialismo (https://www.lapoliticaonline.com.ar/nota/134106-el-senado-aprobo-por-unanimidad-la-ley-para-controlar-la-licitacion-de-la-hidrovia/). Muchísimos sectores del activismo popular, algunos de ellos al interior del Frente de Todos, sabemos que no se trata simplemente de mayores controles, sino de terminar con más de treinta años de un sistema de dominación a favor de los intereses agroexportadores, que siempre juegan en contra de nuestras mayorías populares.
Alternativa de masas para construir el poder del pueblo
A pesar de las dificultades materiales, a pesar del desconcierto porque la coalición de gobierno no cumple con los deseos mayoritarios de sacarle más a los de arriba y repartir más hacia abajo, desde nuestro pueblo trabajador continuamos dando luchas de peso. Las luchas de los movimientos territoriales le ponen límites reales al hambre creciente; les trabajadores de la salud colocan en la agenda pública sus ingresos insuficientes y la necesidad de un sistema sanitario público y bien financiado; los trabajadores colectiveros, encabezados por el Cuerpo de Delegados de la 60, protestan por sus salarios y la falta de vacunación.
Al mismo tiempo, los movimientos de mujeres y diversidades continúan dando luchas contra los sectores más reaccionarios y reclamando por todes (como en la campaña colectiva por la aparición de Tehuel, y en la lucha ganada contra la ordenanza contra la IVE en Lomas de Zamora http://mulcs.com.ar/index.php/2021/05/05/lomas-de-zamora-colectivos-feministas-realizamos-un-panuelazo-repudiando-la-ordenanza-contra-el-derecho-a-la-interrupcion-voluntaria-del-embarazo/); y distintos sectores de trabajadores asalariades reclaman y paran por sus salarios y condiciones de trabajo.
Desde el MULCS participamos activamente en las distintas luchas de nuestro pueblo, allí donde nos encontramos con otras organizaciones populares. Pero sabemos que luchar es muy importante, pero insuficiente para construir una alternativa política de masas, que se proponga derrotar en serio a los poderosos de siempre, y que trabaje para articular todas las necesidades e intereses populares, que se reflejan en distintas formas de lucha y de organización.
Transformar la fuerza social que emerge desde abajo, de las luchas masivas de nuestro pueblo y nuestra clase, unir a un enorme activismo social organizado y desorganizado, en un poderoso movimiento político de las mayorías populares, para que no sean los conciliadores de siempre quienes moderen la disputa con el imperialismo y el poder real, es la tarea central de estos tiempos. Y es la tarea que nos proponemos cotidianamente desde nuestro Movimiento.