Reproducimos nota de Tramas.ar
7/11/2021
Con el anfiteatro del Parque Lezama repleto de compañeras y compañeros de los distintos movimientos, el 5 de noviembre, se presentó la Coordinadora por el Cambio Social. El recorrido de muches de les presentes se hunde en la historia del movimiento piquetero allá cuando terminaba el siglo XX y se engarza con la militancia de las nuevas generaciones.
No por casualidad, el Manifiesto leído en el acto comienza así: “Sean capaces siempre de sentir, en lo más hondo, cualquier injusticia realizada contra cualquiera, en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda del revolucionario»— Ernesto Che Guevara”
Mientras asistimos a los discursos del Gobierno nacional de que “no se va a pagar la deuda con el hambre del pueblo”, que no va a “arrodillarse frente al FMI”, mientras el FMI impone cada día nuevas condiciones y mientras nuestro país sigue pagando una deuda ilegítima y odiosa -este año el gobierno nacional terminará pagando entre capital e intereses cerca de 5.000 millones de dólares al FMI- la desocupación, el hambre y la miseria continúan aumentando.
Pero la rebeldía de nuestro pueblo trabajador no descansa y como expresa el Manifiesto: “Más de dos décadas después de las crisis de fines de los ‘90 la historia parece repetirse, pero desde las organizaciones populares que hoy estamos aquí creemos que está en nuestras manos la posibilidad de que el final sea otro. Seguramente hemos vuelto a cometer ciertos errores del pasado, pero también hemos superados otros. Sin duda hay una maduración política en los debates de nuestro sector que nos permite reflexionar sobre los límites que tuvimos y tenemos como movimientos sociales. Los intentos de dotar la lucha anticapitalista de una perspectiva feminista, la defensa de nuestros cuerpos/territorios del saqueo extractivista y patriarcal, la multiplicidad de aspectos y la complejidad con la que intervenimos en los espacios que construimos, el desarrollo y nacionalización de las organizaciones, son algunos de los ejemplos sobre los cuales pararnos para proyectar un futuro de transformación.”
Con esta decisión de lucha, que se expresa en cada provincia, en cada municipio, profundamente enraizadas en la clase trabajadora, las organizaciones Frente de Organizaciones en Lucha – Movimiento de los Pueblos (Frente Popular Darío Santillán – Corriente Plurinacional, Izquierda Latinoamericana Socialista, Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social, Movimiento 8 de Abril), Igualdad Social, Frente Arde Rojo y Copa en Marabunta, Federación de Organizaciones de Base Autónoma, Organizaciones Libres del Pueblo – Resistir y Luchar, que componen la Coordinadora continúan el camino que alumbraron las primeras puebladas de Cutral-Có y Plaza Huincul, de Tartagal y Mosconi.
Frente al imperialismo que intenta desesperadamente retomar el control mundial y que usa el poder del FMI para doblegar a los pueblos y gobiernos de América Latina (considerada por ellos como su “patio trasero”) desde la Coordinadora consideran que: “Los levantamientos populares en Chile, Colombia, Haití y Ecuador son una muestra clara de que los pueblos resistimos y creamos poco a poco el mundo que nos pertenece.”
Finalmente, el Manifiesto afirma que: “Con un acumulado de más de dos décadas cortando rutas y abriendo caminos, hoy proponemos superar los límites que nos quiere imponer el sistema y la construcción unitaria de la “Coordinadora por el Cambio Social” va en ese sentido. Trae al presente el ejemplo de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, Teresa Rodríguez, Aníbal Verón, Víctor Choque, Maite Amaya, Diana Sacayán, Mariano Ferreyra, Santiago Maldonado y cientos de compañeres que dieron la vida y se negaron a claudicar ante la explotación y opresión de los poderes de turno.
No es nuestro fin la adaptación, es nuestro obstáculo. Pensamos superarlo y transitar el camino por una transformación radical de la sociedad desde una perspectiva de construcción de poder popular, anticapitalista, antimperialista, feminista, plurinacional, y ecosocialista… hasta que todo sea como lo soñamos.
Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”.
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