21/11/2020-
Mientras avanzan las negociaciones del Gobierno con el FMI por la deuda contraída por el gobierno de Macri, crecen los problemas de nuestro pueblo trabajador: pobreza, bajos salarios y jubilaciones, desocupación, falta de vivienda. Hay que avanzar en una etapa de mayor unidad para derrotar los planes del imperialismo y de las grandes empresas, y para superar los límites políticos del Frente de Todos.
Nuevos aires de lucha y resistencia en Nuestra América
En Nuestra América, después del plebiscito en Chile que mostró el reflejo electoral de las luchas populares contra el capitalismo neoliberal y del regreso al gobierno del MAS en Bolivia después de una enorme resistencia contra el golpe de 2019, asistimos a movilizaciones masivas y combativas en Perú contra un nuevo golpe parlamentario palaciego en ese país.
En Perú, uno de los tres “paraísos neoliberales” de nuestro subcontinente junto a Colombia y Chile, crecen el PBI y las inversiones extranjeras especialmente en minería, pero al mismo tiempo aumentan la desigualdad y la pobreza. Desde los tiempos de la dictadura disfrazada como democracia formal de Fujimori, que se basó en el modelo de “democracia controlada” de la elite colombiana adoptado hace setenta años después del Bogotazo, en Perú se cambian y desplazan los presidentes, tan corruptos y empresariales como el Congreso que los pone a su gusto, sin cambios de fondo en un sistema dominado por el extractivismo y el gran capital (ver https://rebelion.org/peru-ahogado-en-una-crisis-que-lleva-30-anos-se-hace-camino-al-andar/).
Las movilizaciones en el hermano país quieren marcarle un límite a ese modelo económico y político antipopular, y ya comienzan a escucharse las voces que reclaman una Asamblea Constituyente, siguiendo el ejemplo del pueblo chileno.
En Brasil las elecciones municipales marcan el avance de la derecha neoliberal tradicional, el retroceso del “bolsonarismo” fascista, y el avance de una perspectiva en la izquierda que supere el posibilismo y el reformismo permanente que llevó al PT a ser una fuerza dispuesta a llevar adelante acuerdos estructurales con las grandes empresas y los bancos (empezando por la poderosa Federación Industrial de San Pablo). Más allá de los resultados electorales de la segunda vuelta, el PSOL, que ha llegado con Boulos al ballotage en San Pablo, la ciudad más poblada del país, tiene la responsabilidad política de superar la estrategia política del PT.
Durante sus años de gobierno, el PT tuvo una línea con dos tácticas permanentes: mejorar las condiciones de vida del pueblo, especialmente de los sectores más empobrecidos, y al mismo tiempo sostener un pacto estable con la gran burguesía brasileña; negociar con el imperialismo yanqui, y conformar un nuevo bloque con China (el BRICS). Como “a los tibios los vomita dios”, en medio de la disputa por el control del petróleo de la plataforma marítima del país, el imperialismo y la elite local terminaron organizando el golpe parlamentario contra Dilma Roussef, y atacando cada conquista obrera y popular de los gobiernos del PT.
En general, cuando las propuestas progresistas o de izquierda eligen como principal terreno de acumulación la lucha electoral terminan mucho más condicionadas por los acuerdos con los sectores dominantes. En las últimas décadas, ese fue el modelo adoptado por el PT y por el Frente Amplio en Uruguay. En cambio, los proyectos políticos que se desarrollaron en una confrontación de calles y de clases contra el imperialismo, como en Bolivia y Venezuela, sufrieron golpes, tuvieron y tienen limitaciones, pero conservaron (y conservan) un importante apoyo activo de las masas populares. En esos casos, aunque las elecciones sean un momento importante de legitimidad política, el eje de la lucha política no está puesto exclusivamente en el siempre limitado proceso electoral, sino en la participación de las y los de abajo en esa puja.
La deuda eterna, el FMI y los condicionamientos económicos
En estos días, avanzan las tratativas entre el FMI y el Gobierno del Frente de Todos por la renegociación de la deuda multimillonaria contraída durante el gobierno de Macri. Entre el 10 y el 20 de noviembre una delegación de funcionarios del Fondo estuvo en nuestro país para realizar esta nueva negociación. El objetivo inicial del ministro de Economía, Martín Guzmán, es el mismo que en la reciente negociación por la deuda en bonos bajo legislación extranjera (que son bonos en dólares, que se rigen por la legislación y el sistema judicial yanqui): no pagar capital durante los próximos años, y estirar los plazos de pago lo más posible, para despejarle el escenario financiero al actual Gobierno de les Fernández.
Desde su inicio, esta nueva ronda negociadora tiene importantes problemas estructurales: no soluciona el ciclo de endeudamiento impagable con el Fondo, sólo intenta diferir los pagos hasta fines de 2023, y la bola de nieve de la deuda seguirá como una bomba de tiempo; de hecho, en la negociación no se cuestiona ni la legitimidad del préstamo, ni las responsabilidades políticas y judiciales de los funcionarios del FMI que lo autorizaron, y de los funcionarios de Cambiemos que lo pidieron y ejecutaron, facilitando una gigantesca fuga de capitales; y finalmente al ser un acuerdo de mayor plazo para los pagos, de Facilidades Extendidas, el Fondo exige habitualmente las “reformas estructurales” previsionales, laborales y económicas.
Por supuesto, el Gobierno intenta negar que la nueva propuesta de movilidad jubilatoria esté condicionada por la discusión con el FMI, pero a los ojos de todes quienes sufrimos la historia terrible de ese organismo al servicio del capital financiero y el imperialismo yanqui es imposible no ver esa relación. El restrictivo presupuesto nacional para el año próximo, la rebaja del salario real de les estatales, van en el mismo sentido de señales de ajuste hacia la negociación con el Fondo.
En medio de esta negociación, el bloque de senadores y senadoras del Frente de Todos ha hecho pública una dura carta dirigida a la directora del FMI, Kristalina Georgieva (ver contenido completo en: https://radiografica.org.ar/2020/11/16/la-carta-completa-de-la-camara-de-senadores-al-fmi/).
Las duras denuncias contenidas en esa carta sobre las ilegalidades del acuerdo FMI – Macri en 2018 no son utilizadas como el fundamento de un pedido de investigación y suspensión de pagos de esa deuda, acordada políticamente entre el gobierno de Trump y el de Cambiemos. Para el bloque de senadores del FdT todas las irregularidades, las maniobras e ilegalidades denunciadas servirían para mejorar la negociación en curso, y no para suspenderla y cuestionar el pago de esa deuda ilegítima, y por eso concluyen su carta con este pedido a Georgieva: “SOLICITAMOS se abstengan de exigir o condicionar las políticas económicas de la Argentina para los próximos años y, en cuanto a la refinanciación de la deuda PROPONEMOS: a) reconsideración de los intereses; b) período de espera para comenzar los pagos anuales a partir del año 2025; y c) plazo de amortización en varias décadas, de modo tal que las erogaciones anuales no tornen insustentable la refinanciación de la deuda e impacten negativamente en la economía argentina y en la vida de su sociedad”.
Para el MULCS se trata de romper con el pago de la deuda como política de Estado, y para ello es fundamental romper con el Partido de la Deuda, ya que las principales fuerzas políticas del país sostienen ese pago bajo cualquier circunstancia desde 1983, negándose a una investigación profunda con participación popular.
Para las organizaciones populares y personalidades que nos venimos organizando en la Autoconvocatoria por la suspensión de pagos e investigación de la deuda, encabezada por Adolfo Pérez Esquivel y Nora Cortiñas, la salida es cuestionar la legitimidad de esa deuda, y construir un gran movimiento popular que logre detener los pagos de todas las deudas odiosas e ilegítimas, en nuestro país y en todo nuestra continente expoliado por los organismos de crédito, los bancos y el imperialismo. Se trata de cambiar profundamente a quienes se destinan los recursos económicos con los que cuenta la Argentina, de elegir en serio privilegiar a les jubilades frente a los especuladores financieros, no como una consigna en la campaña electoral del Frente de Todos sino como decisión política real.
En ese marco, desde la Autoconvocatoria por la suspensión de pagos e investigación de la deuda impulsamos una importante jornada de repudio al FMI y a sus políticas el lunes 16 de noviembre, con una movilización masiva desde el Obelisco hacia la Plaza de Mayo, un acto unitario, y numerosas movilizaciones y actos en distintas ciudades de nuestro país (Bahía Blanca, Rosario, Córdoba, Tucumán, Salta, Jujuy, Resistencia, etcétera), cuyo contenido desarrollamos en http://mulcs.com.ar/index.php/2020/11/17/jornada-nacional-de-lucha-contra-el-fmi-declaracion/, http://mulcs.com.ar/index.php/2020/11/17/jornada-nacional-de-lucha-contra-el-fmi-habla-nora-cortinas-video/, y en http://mulcs.com.ar/index.php/2020/11/14/fuera-el-fmi-jornada-nacional-de-lucha-el-lunes-16-de-noviembre/.
Aspiramos a ampliar un movimiento masivo y unitario contra la deuda eterna y la dominación del FMI, ya que no se trata solamente del pago de una deuda financiera impagable y no contraída por las mayorías populares, sino principalmente del condicionamiento político que realizan el capital financiero y el imperialismo sobre nuestro país y sobre el conjunto de los pueblos de los países dependientes.
Ante el ajuste en curso: ¿Cómo nos paramos? ¿Cómo luchamos?
Por la vía de los hechos, las jubilaciones y los ingresos populares siguen siendo la principal variable de ajuste de nuestra economía. Los reclamos por una jubilación universal para todes les habitantes de nuestro país, y por el 82% móvil para el conjunto de nuestres asalariades, siguen siendo una bandera no conquistada por el movimiento obrero y popular.
Con el reciente anuncio de un aumento de un 5% para las jubilaciones, la jubilación mínima (que abarca a cerca del 70% de todas las jubilaciones) llegará a los 19.000 pesos en diciembre, y el salario mínimo a los 21.000 pesos en marzo próximo, cuando la canasta de la pobreza calculada por el INDEC para una “familia tipo” se acerca a los 50.000 pesos. Con estos datos, que se suman al aumento de la desocupación, la pobreza seguirá aumentando en cada medición, y las condiciones de vida de nuestro pueblo serán todavía más duras.
En este marco, el Gobierno nacional, que había suspendido la fórmula de movilidad jubilatoria impulsada por Macri en diciembre de 2017 (contra la cual se realizaron masivas movilizaciones de repudio), propone ahora una nueva fórmula que no contempla la inflación, sino el aumento de los salarios y la recaudación impositiva, con el argumento de que será una fórmula “sustentable” para las arcas estatales. Los aumentos jubilatorios nunca deben ser menores a la inflación. En el contexto de la pandemia y la crisis económica, el promedio de los salarios formales aumentaron muy por debajo de la inflación, y esa fórmula seguirá condenando a la pobreza a la mayoría de nuestres jubilades y pensionades (https://redeco.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=31273:nueva-f%C3%B3rmula-previsional-un-subsidio-a-la-vejez-que-violenta-sus-derechos&catid=15:trabajadores).
Con las limitaciones que nos impone la pandemia, y a pesar del golpe que significa la crisis sobre nuestros empleos, desde nuestra clase y nuestro pueblo continuamos resistiendo en condiciones muy difíciles y defensivas. La mayoría de las conducciones sindicales y de los movimientos sociales adhieren a la inmovilidad social promovida por el Gobierno, donde el aislamiento necesario fue tanto una razón como una excusa para no incentivar el reclamo obrero y popular.
Las luchas por el derecho a la Tierra y a la Vivienda continúan y continuarán porque se trata de una necesidad inmediata para buena parte de nuestro pueblo, más allá de los discursos mentirosos de los medios de desinformación masiva y de las fuerzas políticas dominantes. Las luchas de les trabajadores de la salud, tan elogiadas en los discursos como ignoradas en la práctica, vienen creciendo en distintos lugares, y se desarrollan varias experiencias de organización desde abajo, que intentan superar las trabas impuestas por las conducciones sindicales. Una experiencia igualmente importante se viene desarrollando entre les trabajadores de niñez de la provincia de Buenos Aires. Las luchas ambientales siguen creciendo, y cuestionan el modelo de producción que provoca la depredación de nuestros territorios y la propagación de virus y enfermedades como el covid19.
Para potenciar y masificar las luchas obreras y populares, hace falta construir la mayor unidad popular, con todes aquelles dispuestes a pelear por nuestros derechos laborales y sociales, sin limitarnos a acuerdos entre quienes actuamos en el mismo campo, sino por el contrario ampliando y masificando el terreno para la lucha popular. Eso que se resume en la vieja consigna: Solo el pueblo salvará al pueblo.
El impuesto a los millonarios y un debate necesario
En una vieja “tira” de la Mafalda de Quino, se podía leer esta reflexión sobre la riqueza: No se puede amasar una fortuna sin hacer harina a los demás. En el mundo capitalista, es una verdad sabida: quienes se enriquecen lo hacen a costa del trabajo ajeno, o de la especulación financiera. En un contexto de medidas de ajuste fiscal, el Gobierno viene intentando disimular o aminorar las medidas más antipopulares. Después de varios meses de amagar con presentar un impuesto a los millonarios, finalmente presentaron un proyecto de ley que obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados.
Desde el Movimiento de los Pueblos sostuvimos la posición de apoyo a cobrarle más impuestos a los ricos, y al mismo tiempo criticar las limitaciones y los usos presupuestarios que se asignan a los recursos que se obtendrán con la aprobación de esta ley (http://mulcs.com.ar/index.php/2020/11/18/mas-impuestos-a-los-ricos-basta-de-explotacion-para-nuestro-pueblo-trabajador/).
Es preciso señalar que en varios países europeos vienen proponiendo medidas similares para conseguir recursos para hacer frente a los gastos extraordinarios de la pandemia, y que el mismo FMI acuerda con cobrar esos aportes de los sectores más ricos de la sociedad, que pueden servir inclusive para reducir el déficit fiscal (https://www.baenegocios.com/economia/El-impuesto-a-las-grandes-fortunas-ayudara-al-Gobierno-a-llevar-el-deficit-fiscal-de-2021-abajo-del-45-20201117-0183.html).
En nuestra opinión, la decisión de las corrientes del FIT, con quienes nos une la participación activa en muchas luchas de nuestra clase y nuestro pueblo y que presentaron un proyecto más abarcativo de impuesto a las grandes fortunas, de abstenerse en la votación es un importante error táctico, que tiene consecuencias negativas para el conjunto de las fuerzas de izquierda en el movimiento popular. Le regala al PJ y a su coalición política la posibilidad de presentarse como los únicos capaces de quitarles algo de plata a los más ricos. La abstención fue vista por buena parte de nuestra sociedad como no votar a favor de cobrarle un impuesto a los millonarios, y las fuerzas del Frente de Todos y sus medios de comunicación amplificarán esta visión. Esa posición táctica es un obstáculo para el diálogo con las mayorías populares.
Avanza nuevamente el debate por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito
Finalmente, el Gobierno nacional cumplió su promesa electoral de presentar en el Congreso un proyecto por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. No respaldó el proyecto de la Campaña por el derecho al aborto, que viene consensuado y presentando su proyecto desde hace varios años, y cuenta con una enorme legitimidad social en el movimiento de mujeres y disidencias y en buena parte de nuestro movimiento popular. El proyecto oficial tiene algunas diferencias con el trabajo colectivo de la Campaña (en cuanto a la objeción de conciencia de profesionales de la salud, y la penalización para quien realice un aborto después de las 14 semanas de embarazo), y tanto la Campaña como el movimiento de mujeres sabrán cómo superar esas limitaciones y seguir avanzando en los derechos reproductivos y de salud sexual.
Sin dudas, la nueva presentación significa un avance del movimiento de mujeres y disidencias, que aún en el aislamiento pandémica sostuvo reclamos y movilizaciones. En nuestro país sigue creciendo un feminismo popular, desde abajo, que inunda de debates y cuestionamientos todas las estructuras, y todas las familias. Seguramente también el Frente de Todos lo presenta para mostrar un avance social, en un contexto donde no tiene demasiadas iniciativas populares o progresistas que exhibir. Pero este uso político no debe impedirnos ver que se trata de un avance importantísimo del movimiento feminista y popular, y que si finalmente se concreta será un enorme logro para quienes peleamos por los derechos populares y un retroceso para los sectores más retrógrados de nuestra sociedad. ¡Será Ley!
La unidad que necesitamos: Por una salida popular a la crisis
Para derrotar a los enemigos populares, hace falta construir un proyecto popular de masas, con vocación de poder, y que supere las limitaciones políticas e ideológicas del actual Gobierno del Frente de Todos, que nunca terminan de enfrentarse completamente con el poder real y buscan salidas conciliadoras con el gran capital y sus representantes. Para ese proyecto hay que sumar a una parte importante de las masas populares que aún confían en que desde la perspectiva de negociación que propone el FdT se podrían superar los problemas nacionales y sociales. No se trata de convencer a direcciones políticas reformistas, ni mucho menos de ser “sumados” por esas propuestas. Se trata de sumar a las mayorías populares a un proyecto de transformación de fondo de nuestro país, enraizado con las luchas de los pueblos de nuestro continente.
Desde el MULCS venimos planteando esa perspectiva de alternativa popular, desde abajo, antiimperialista y masiva, feminista y transformadora, nuestroamericanista, clasista y con perspectiva socialista, que pueda organizar y entusiasmar a millones en nuestra patria.
A pesar de la pandemia y de la crisis sanitaria que aprovechan los poderosos, desde nuestro pueblo trabajador seguimos mostrando capacidad de lucha y de organización, como en cada recuperación de tierras por el derecho a la vivienda, en la organización de los movimientos territoriales en tantos barrios, en las luchas ambientales, y en tantas luchas sindicales y sociales.
Nos planteamos ser parte de todas las luchas populares, de las luchas contra la represión estatal y por los derechos humanos para todes, en los territorios, en los lugares de trabajo, en la resistencia contra el extractivismo que termina con nuestras vidas. Al mismo tiempo, somos parte de quienes impulsamos una alternativa política superadora, que vaya conformando el programa colectivo que necesitamos, y que conforma todas las unidades que nos faltan. Desde el MULCS estamos decidides a cumplir el papel que nos toca en esas tareas fundamentales.
Para nosotres, la unidad de las organizaciones con objetivos revolucionarios, la unidad del activismo social y político debe estar al servicio de la más amplia unidad de masas, con el objetivo de organizar, comprender las necesidades e intereses populares, sintetizar y aprender de cada lucha y cada experiencia organizativa. En síntesis, la mayor unidad del activismo social y política, que todos los días se organiza y lucha en cada pelea concreta, es un camino imprescindible para la mayor unidad de nuestra clase trabajadora y del conjunto de los sectores oprimidos por el poder real de los bancos, el gran capital y el imperialismo.
Desde esa visión, entendemos que el espacio de organizaciones compañeras con quienes nos venimos nucleando en la campaña Por una salida popular a la crisis, desde las organizaciones que conformamos el Movimiento de los Pueblos, el FPDS, Venceremos y Marabunta, somos parte de ese activismo social y político, y cada avance unitario estará al servicio de los avances populares. Los primeros pasos en esta campaña son auspiciosos y van en el sentido de nacionalizar la campaña (http://mulcs.com.ar/index.php/2020/11/19/sobre-la-situacion-politica-de-neuquen-y-rio-negro/), pero aún nos falta mucho camino para recorrer, para avanzar en mayores debates y mayor unidad en los movimientos de masas donde actuamos, para superar de conjunto los problemas que se presentan en la lucha de clases y en la lucha política cotidiana, para trabajar con más organizaciones y compañeres, con un conjunto de intelectuales compañeres tan valioses como necesaries, con tantas y tantos compas en los sindicatos y movimientos territoriales. En este largo camino, seguramente habrá idas y vueltas, avances y retrocesos, pero entendemos que estamos avanzando en este camino de unidad de nuestra izquierda, en la búsqueda de una unidad mucho mayor.
Para que los límites de los gobiernos “progresistas” que no enfrentan de verdad al dominio económico y político de los poderosos no los sigamos pagando los pueblos, vamos por una salida popular y de masas a la crisis, vamos por la unidad social y política de nuestra clase y de nuestro pueblo.