América Nuestra N°3 – Año 1- marzo 2014
En su discurso de apertura de las sesiones legislativas, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner defendió el veredicto, dictado por un tribunal apañado por las grandes petroleras internacionales, que pretenden ejemplificar a sus trabajadores para que no salgan nunca más a pelear contra el impuesto a los salarios y la precarización laboral. Apoya un fallo infame, impuesto a través de pruebas y testimonios inventados o arrancados mediante torturas, según confirma el propio Fiscal Candia en el juicio, que condena a cadena perpetua a cuatro trabajadores de Las Heras. Tampoco mencionó el disparo por la espalda que recibió el policía Sayago, un «olvido» muy oportuno, pues existe la sospecha que el balazo provino de sus propios compañeros de Fuerza.
El ataque de la presidenta a la jornada del 27 de febrero y a los condenados, pone en evidencia su influencia en un fallo que pretende condenar a trabajadores a los cuales no se les ha probado ni su participación en el crimen ni en delito alguno.
Néstor Kirchner condenó a los trabajadores petroleros cuando avaló el terrorismo de estado sufrido por toda la ciudad de Las Heras, que fue militarizada y ocupada por la gendarmería, antes, durante y después de la pueblada y los reclamos laborales.
(Tomado de la declaración del Comité Apoyo por la Absolución de los petroleros de Las Heras)