Debates de lxs docentes universitarixs de la Corriente Político Sindical ROMPIENDO CADENAS –
La pandemia de COVID-19 ha agudizado una crisis mundial sistémica. Lo que modifica de hecho la realidad educativa en todo el mundo. Las respuestas a esta situación deben ser disputadas por lxs trabajadorxs de la educación en instancias colectivas atípicas, a construir, pero no debemos naturalizar la actual unilateralidad de las mismas.
La falsa dicotomía salud / economía debe ponerse en debate: salud para todxs vs ganancias de unos pocos. El pago de más de 5.000 millones de dólares de deuda desde diciembre a la actualidad habla por sí mismo: el monto es mucho mayor que el paquete destinado al plan contra el coronavirus.
En el ámbito universitario, de forma inconsulta, se nos insta a sustituir las aulas presenciales por aulas virtuales. A lo largo del país, los intentos de las autoridades de descargar el peso de “dar el cuatrimestre” en la docencia, hacen que diferentes preocupaciones y angustias se acumulen en nosotrxs.
Pero también se instala en muchos casos un más que saludable clima deliberativo, aún pese a la imposibilidad de reunirse, vía grupos de whatsapp y diversas redes sociales. Ese clima deliberativo en las bases se proyecta también al ámbito sindical, en los casos en los que los gremios tienen un mínimo funcionamiento democrático, al que muchas universidades son ajenas.
Desde Rompiendo Cadenas afirmamos que el intento por imponer una continuidad pedagógica directa en la virtualidad:
i) no toma en cuenta la excepcionalidad de la situación, que modifica radicalmente la vida cotidiana de docentes y estudiantes: familiares a cargo, confinamiento en ambientes reducidos (a veces con violentos), angustia e incertidumbre ante la evolución de la actual pandemia, posibilidad de tener que ser hospitalizado o tener que trasladar seres queridxs a centros de salud, fragilidad económica, sobrecarga y estrés asociado a este u otros trabajos, etc.
ii) es autoritario e incompatible con la producción de conocimiento científico y crítico, en tanto medidas inconsultas, unilaterales.
iii) Genera condiciones de trabajo que intensifican los niveles históricos de explotación de docentes que inclusive, llegan a trabajar sin renta en las “casas de altos estudios”. Esta situación adquiere particular relieve si se analiza a la luz del ajuste instrumentado por el macrismo al que se le suma el incumplimiento de la cláusula gatillo por parte del actual gobierno.
iv) No contempla la heterogeneidad de estudiantes y docentes en cuanto a equipamiento y alfabetización digital, incrementando los niveles de desigualdad en el acceso a la educación y generando un salto cualitativo en la elitización de la misma.
v) Instala un peligroso antecedente de educación a distancia que impactará en la educación a futuro. Desde la década de 1990, el capital concentrado viene pugnando por imponer una reforma estructural sobre la educación, para producir profesionales de mañana en tanto que “cuerpos dóciles”. Esta situación siembra un mal precedente como facilitador para la implementación de dicha reforma.
Sostenemos que:
a) lxs trabajadorxs no somos héroes ni heroínas: podemos esforzarnos, actuar con rapidez en la lectura de esta coyuntura, pero no podemos adaptarnos a todo… somos trabajadorxs y como tales reproducimos nuestras vidas en las críticas condiciones que nos impone la emergencia sanitaria.
b) nuestras vidas valen más que los costos y las ganancias: no aceptamos someter nuestros cuerpos a lógicas productivistas que miden todo en clases dictadas, horas cursadas, evaluaciones realizadas y notas obtenidas. ¡Primero la salud de nuestros cuerpos!
c) Ningúnx docente, investigador o estudiante debe ser forzadx a realizar actividades académicas a distancia que reemplacen la educación presencial. Las diversas plataformas deben servir para la contención y comunicación con lxs estudiantes. Para romper con el corporativismo y generar lazos de solidaridad intersectorial.
d) “La educación hoy tiene que ser la apertura a la crítica, a la desnaturalización de lo dado. Tiene que ser el momento en que la lucha se transforme en el modo privilegiado de educación. Como cuando hacemos paro por salarios y condiciones de trabajo. Son los momentos para educar en los derechos y en las razones de su vulneración.
Frente a todo lo expuesto, proponemos:
– Rechazar la imposición de dar clases virtuales a docentes cuya situación arriba descripta les impide o dificulta garantizar las mismas.
– Rechazar los intentos por garantizar el comienzo presencial de las clases en fechas en las que se daría el pico de afectadxs por la pandemia.
– Realizar un acompañamiento a les estudiantes, hasta que sea posible comenzar con las clases presenciales. Es decir, sostener el proceso educativo desde dónde es posible y productivo, sin forzar contenidos en condiciones inadecuadas y menos aún evaluaciones descontextualizadas.
– Problematizar colectivamente qué significa esta crisis, generar herramientas críticas y debates que enriquezcan nuestro conocimiento del mundo, con procesos participativos que se opongan a la educación bancaria, dando cuenta que, junto a los contenidos específicos, nuestra práctica docente puede ser tanto o más formativa cuando los hacemos dialogar con la situación actual.
– Discutir con les estudiantes nuestras problemáticas de trabajo y su situación de estudio, y construir organización incluso más allá del contacto personal.
Llamamos a los gremios de la docencia universitaria, y centralmente a cada une de les trabajadores de la educación superior, a las bases de los sindicatos:
A llenar de contenido político y critico esta situacion excepcional
A construir respuestas colectivas frente a decisiones que pretenden precarizar e individualizar aún mas nuestras vidas y nuestros trabajos
A elaborar un plan de lucha que contemple un cronograma de paros si las autoridades universitarias no contemplan nuestras más elementales necesidades.
ROMPIENDO CADENAS – Docentes
Universitarixs -7 de abril 2020