Posted on: 6 junio, 2020 Posted by: MULCS Comments: 0

Reproducimos comunicado de ATE Sur

5/6/2020

Ayer falleció por COVID-19, agravado por una enfermedad previa de alto riesgo, María Esther Ledesma, enfermera del sector de Pediatría del hospital Gandulfo.

Desde nuestra seccional ATE Gran Buenos Aires Sur enviamos nuestras condolencias a su familia y a sus compañeras y compañeros de trabajo.

Hacemos responsables de su muerte al estado provincial, en especial al Ministro de Salud Daniel Gollan y al Jefe de Gabinete de Ministros Carlos Bianco. Ellos son los responsables de la resolución 90/2020, que niega en su artículo 5° el derecho a preservar la salud y la vida a los trabajadores y trabajadoras de salud. Desde el primer día de la cuarentena, desde ATE Sur exigimos a los directores que compañeres de más de 60 años, las embarazadas y trabajadores con enfermedades de base, ejercieran ese derecho, como también quienes no tenían con quien dejar a sus hijes.

Presentamos notas, acompañamos compañerxs, discutimos con directivos, siempre logrando acuerdos precarios. En el caso de las enfermedades de riesgo en menores de 60 años, directamente el SIAPE, el sistema nefasto de licencias, las denegaba.

Por eso, en abril presentamos un escrito desde el sindicato a la Región Sanitaria VI, que debía ser remitido en forma inmediata al Jefe de Gabinete y al Ministro de Salud, exigiendo que se acabara con esta discriminación contra nuestros compañeros y compañeras de salud. Nos parecía aberrante que quienes están más expuestxs fueran precisamente quienes no podían acceder a una medida elemental para cuidar su salud y su vida. Este escrito nunca fue respondido. El 1ro. de junio, 70 días después de iniciar la cuarentena, recién fue autorizado por acuerdo paritario que las compañeras embarazadas puedan ser exceptuadas de ir a trabajar.

María Esther se contagió en el hospital y contagió su madre, quien falleció algunos días atrás y a su hijo que también está internado. Ella padecía obesidad, diabetes, problemas cardíacos, pero como era menor de 60 años, le negaron esa licencia y este mecanismo arbitrario, brutal e inhumano la asesinó.

Por eso nuestra indignación. Porque la inoperancia, la desidia y la necedad de los funcionarios llevan a nuestros compañeres a la exposición, el abandono y la muerte. Por más que los funcionarios y responsables políticos se llenen la boca, aplaudan y feliciten a los trabajadores de la salud en los medios, la realidad es que siguen exponiendo en medio de una precarización laboral inmensa y el abandono que hay en la salud pública, a esos trabajadores y trabajadoras que están en la primera línea, que ponen su vida y la de sus familias en riesgo, con muy pocos elementos de bioseguridad o de muy mala calidad, con protocolos ambiguos, y con la presión y aprietes de jefes de servicio y/o directores, efectuando persecución sindical a quienes defienden los derechos de sus compañeres.

Esa es la realidad que hemos denunciado a los gritos el 20 de mayo en una olla popular que llevamos adelante frente a la puerta del propio hospital Gandulfo, denunciando todas estas cosas sin tener eco, en una protesta que incluyó a todos los dispositivos devastados de nuestro distrito: el 107, el hospital Alende, el hospital Lavallol, la UPA, el Hospital Esteves, la Región Sanitaria VI y los CPA. Atraviesa a todos los hospitales de la provincia y seguramente del país.

No nos quedamos cruzados de brazos. A estas acciones también le sumamos un amparo que hemos presentado ante el poder judicial para que de una vez por todas se garanticen en el hospital Gandulfo y en todos los hospitales, todos los medios de protección de la vida de nuestras compañeras y compañeros.

Unas horas después de que volviéramos a expresar en todo el país nuestro grito de “ni una menos, vivas nos queremos,” nos encontramos con la muerte de María Esther, nos encontramos con esta bronca, con este dolor y nos encontramos también fortaleciendo nuestra decisión de pelear para revertir semejante injusticia, para acabar con estos verdaderos asesinatos laborales que se producen desde el propio estado.

Trabajamos para ganarnos la vida, no para perderla, trabajamos para garantizar la salud pública no para ponerla en riesgo.
✅ No somos héroes ni heroínas, somos trabajadores y trabajadoras precarizades.
✅ Exigimos las licencias que corresponden para cuidar nuestra salud y nuestra vida para la totalidad de los trabajadores y trabajadoras, porque la vida vale más que las ganancias de los empresarios.
✅ Exigimos elementos de bioseguridad en cantidad y calidad,
✅ Exigimos que la infraestructura, las condiciones en que hay que atender a los pacientes, sean las necesarias.
✅ Exigimos nombramiento de todo el personal que se necesita para que el sistema de salud no se desborde ante el Covid o cualquier enfermedad.
✅ Basta de achicar gastos en la salud pública a costa de la vida de todas las personas.
✅ Con toda la bronca y el dolor decimos que esta era una muerte evitable, decimos que los funcionarios y el estado son responsables y seguiremos luchando por nuestros derechos.

EL LUNES 8 DE JUNIO CONVOCAMOS A UNA JORNADA DE DUELO A LAS 11 HS EN LA PUERTA DEL HOSPITAL LUISA C. DE GANDULFO.

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