Posted on: 30 junio, 2020 Posted by: MULCS Comments: 0

30/6/2020

El sábado 27 de junio, se realizó esta actividad organizada por les compañeres de Contrahegemoniaweb. Coordinada por el compañero Juan Pablo Casiello (dirigente de AMSAFE Rosario), contó con la participación de les compañeres Enrique Gandolfo (dirigente de SUTEBA y de la CTA Bahía Blanca), Eugenia Ferrario (docente, Socorrista en Red, militante del FPDS – Corriente Plurinacional, de Necochea), y Guillermo Cieza (militante del FPDS-CP, de La Plata). En la actividad también intervino nuestro compañero Norberto Señor (dirigente de ATE Sur y de la CTA Autónoma de Lomas de Zamora).

Por la importancia de esta charla, transcribimos algunas frases destacadas de esas intervenciones. Agradecemos a Contrahegemoniaweb por la actividad, y por autorizarnos a reproducir este interesante debate entre compañeres de nuestro espacio político.

Enrique Gandolfo

“El desafío de construir unidad nos pone frente a cuestiones que son inmediatas y mediatas. Inmediatas como nuestra capacidad de construir respuestas para los problemas cotidianos que padecen nuestro pueblo, nuestra clase. Al mismo tiempo, una unidad estratégica que nos permita vislumbrar el horizonte hacia al que aspiramos marchar.

Queremos un instrumento de acción política y de búsqueda de conquista del poder, donde se propicie la democrática confrontación de opiniones, donde se reduzcan hasta donde sea posible los mecanismos de delegación, que sea muy firme en los principios y muy amplia en los debates.

Entiendo que las y los que luchamos conformamos una minoría de las y los que padecemos las injusticias de este sistema. Tenemos que pretender una unidad de otro tipo, una unidad social de los y las de abajo, una unidad política que salga de ese debate y confrontación de ideas y que salga de ese debate y confrontación de ideas y que apunten claramente a nuestro objetivo de una sociedad sin explotadores ni explotados.”

Eugenia Ferrario

“Pensar los feminismos para pensar la tarea de la izquierda. Un feminismo que no se conforma con la institucionalidad y el observatorio. Porque nuestros feminismos arden. Y arden todos los días donde construimos nuestra organización en la que somos feministas

El feminismo estaba en la cocina de la organización. No en una cocina donde se amasan los procesos, sino en una cocina donde es más cómodo que estemos, mientras que otrxs hacían cosas más importantes. Afortunadamente, pudimos salir del confinamiento de esa cocina porque deseábamos y deseamos ocuparlo todo.

Entiendo que hacemos mucho las organizaciones para ser profundamente feministas, pero también sé que aún nos falta. Construimos retaguardias que permiten resistir. Retaguardias que tejen redes, comunidad y andanzas de lo común. Eso lo aprendimos cuidando y cuidando a quienes cuidan. Necesitamos que esos estos profundamente feministas impregnen cada cosa que hacemos. Será que de ahí podamos confiar en otras y otros para construir mayores niveles de unidad.”

Guillermo Cieza

“Uno de los problemas fundamentales de nuestra izquierda es que nos hemos vuelto deterministas. Este determinismo político nos llevó a una desvalorización de un proyecto de poder, de la teoría y de la organización política

El tema de la politización se asume con determinados planteos que tienen que ver con el debate de ideas, pero además de estas ideas valiosas que queremos plantear, que queremos debatir, está el debate que tiene nuestro pueblo, que en cada momento histórico va cambiando. En este momento el debate de nuestro pueblo es quien va a pagar la factura del país que dejo arruinado el proceso de los últimos años, mas todo este parate de la economía en este contexto de pandemia.

En relación a la definición de lo nacional, todas las revoluciones que conozco se hicieron en el marco de lo nacional, en los últimos años se planteó que esto es tema del pasado. Sin embargo, quien analiza la economía mundial ve que se va a profundizar un proceso de desconexión mundial. Y el entorno nacional se va a volver cada vez más importante.

Esta idea que la unidad surge de la lucha es volver al determinismo político. Si no hay acción consciente, no hay unidad. La lucha genera mejore condiciones para la unidad, pero no generan mecánicamente la unidad.

La importancia de construir una institucionalidad revolucionaria, una unidad, una coordinación. Hay posibilidades de hacerlo hoy porque hay acuerdo. Hay que tener esa acción consiente, hay que construir esa institucionalidad revolucionaria. De distintos grupos, de distintas organizaciones. Hay que valorizar acciones como la de la deuda y de lo de Vicentín, donde confluimos muchas organizaciones.

Si lo nuestro son esfuerzos desperdigados o pequeñas organizaciones con grandes dirigentes o una izquierda fragmentada con intelectuales super lucidos, finalmente lo que termina pesando es el nivel de institucionalidad.

La lucha por derechos es importante, pero lo que dignifica la lucha por derechos es un proyecto de poder. Porque son las revoluciones las que construyen la emancipación humana.”

Norberto Señor

“Los desafíos que nos planteamos en el debate no se van a resolver desde el sindicalismo porque lo que nos faltó detrás de tantos esfuerzos, que a veces podían contribuir en ese camino, y nos sigue faltando ponerle mucho énfasis a la construcción de organización política, mientras luchamos por reivindicaciones, mientras unimos todo lo que podamos al movimiento obrero, al movimiento popular.

Es importante la organización política vinculada a la elaboración de teoría revolucionaria, pero la elaboración de teoría no puede privarse de tener el aporte de la oleada, de la marea feminista, de aquel feminismo que reivindica la lucha de clases, y que es un feminismo inminentemente popular y laburante.

La magnitud y la experiencia de las organizaciones en la que actuamos, tienen limitaciones numéricas y lo que prima, promovido por las corrientes más grandes de la izquierda, es la competencia, es decir, la ideología liberal. No prima poder poner el conocimiento acumulado, la experiencia de su dirigencia en unir a la clase. En aportarla, en bancarse procesos de construcción, de reconstrucción o deconstrucción que tomen en cuenta que no tenemos “una” organización de los trabajadores. Terminamos entrando todos en mostrarnos más en lo que hacemos o en lo que decimos, pero nos cuesta generar instancias que incidan más en la realidad nacional.

La intelectualidad revolucionaria que, hace mucho tiempo atrás, no podía concebirse sin ser parte de un proceso de construcción de organización política, hoy en día, también se convierte en una práctica bastante liberal. Necesitamos que la teoría se elabore en íntima relación con los procesos de masas y no mirada desde arriba. Eso es difícil cuando no hay organizaciones que muestren una homogeneidad y una práctica incuestionable que atraiga a esos compañeros a jugar el rol de ligar la ideología con el movimiento de masas.

La organización política, la elaboración de teoría revolucionaria, están íntimamente ligadas tanto al proceso de masas actual, a un estudio serio de la realidad actual; como a la historia de esa lucha contra los enemigos de nuestra clase y nuestro pueblo, son indispensables como tareas centrales a las que nosotres tratamos de sumar nuestro esfuerzo.”