15/7/2020
El 15 de julio de 2019 falleció el compañero Héctor Edgar Cassani, “El Pelado” o “Cachito”.
Un hombre entrañable por eso de entrar con su simpatía, de acercarse a los problemas de los demás con la voluntad de ayudar a resolverlos. Por eso seguramente se comprometió políticamente, para contribuir a resolver los problemas que vive el pueblo pobre, la clase obrera, los oprimidos.
Fue parte de la generación que vio alumbrar la rebeldía de los cordobazos, la insurgencia revolucionaria de los setenta, las luchas antiimperialistas en todo el planeta, y se sumó a Vanguardia Comunista.
Detenido por la dictadura en el año 1982, terminada la guerra de Malvinas, un volante que pedía “Libertad inmediata a Héctor Edgar Cassani” señalaba que era “un luchador obrero”, que había sido “secuestrado (sometido a apremios y torturas) una semana hasta ser reconocido como detenido…”.
Que “con 4 hijos, trabajaba como obrero de la construcción. En los años 68-69 fue activista gremial en el frigorífico Wilson (FASA). Lo mismo que desde el 69 hasta el 72 en el frigorífico Lisandro de la Torre. … fue delegado del turno noche en textil Devoto. En 1973 fue presidente de la Comisión Coordinadora del Barrio General Belgrano y encabezó la lucha por las cuotas fijas, precios fijos y escrituración de las viviendas… En 1975/76 actuó en Jujuy, como asesor gremial de los trabajadores en el Sindicato del Ingenio Ledesma… Desde 1976 hasta aquí fue activista político en Buenos Aires, en lo gremial, barrial y en las organizaciones de defensa de los derechos humanos.” Fue también un activo organizador del paro de once días en el Ingenio Ledesma, en plena dictadura. Supo cómo escaparse del destacamento policial, que estaba adentro de la empresa, donde estaba detenido.
Liberado luego por la lucha de sus compañeros y el movimiento de derechos humanos, continuó militando activamente en la reconstrucción de VC (cuya dirección había sido secuestrada casi en su totalidad por la dictadura), que luego pasó a ser el Partido de la Liberación. Contribuyó a la formación de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos. En esos años, se radicó en la zona sur del Gran Buenos Aires, donde colaboró en la recuperación del Sindicato del Vidrio de Rigolleau (Berazategui) y de docentes de Quilmes (UDEQ), en la organización de las tomas de tierras. Participó activamente en las luchas de derechos humanos, en la denuncia del Punto Final y la Obediencia Debida del gobierno de Alfonsín.
En el año 1988, con el enfrentamiento popular al levantamiento de Seineldín en Villa Martelli, con el desarrollo de la hiperinflación, y en particular con los saqueos a mediados de 1989, producto del hambre que padecía el pueblo trabajador, entiende junto a otros dirigentes como Mario Geller, Miguel Ángel Bonomi y Silvia Garaglia; que se había abierto una situación revolucionaria en nuestro país. En este sentido se debía trabajar por instalar una alternativa de lucha por el poder. Constituyen entonces el Partido de la Liberación Marxista-Leninista, un intento de desarrollar una fuerza revolucionaria que aún no ha sido estudiado, pero que es parte y deberá sumarse a la historia de luchas revolucionarias que tiene nuestro país.
Desarmado ese esfuerzo, a mediados de los 90 participó en la formación de los movimientos de trabajadores desocupados, en el MTD Teresa Rodríguez y el MTD Aníbal Verón. Y también siguió trabajando para construir organización política revolucionaria.
Participa en las luchas del movimiento piquetero contra la desocupación, el hambre y contra los planes de ajuste del gobierno de la Alianza, y luego contra el gobierno de Duhalde. El 26 de Junio de 2002 lo encuentra luchando junto a sus compañeros en el Puente Pueyrredón.
Con el desarrollo del movimiento bolivariano y la constitución del ALBA impulsado por Fidel Castro y Hugo Chávez, considera que este bloque constituía una nueva posibilidad de avanzar en la lucha antiimperialista y revolucionaria en nuestro continente. Se sumó entonces a trabajar por la construcción del Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social, donde confluye con compañeros como Roberto Fornari y Armando Jaime.
El compañero Héctor ha sido un luchador de toda la vida. Pero también sabemos que amó a sus hijos, que amó la música, el tango y el Jazz. Que le gustaba tocar la trompeta, y bailar milonga, tango y rock. Que amó a su compañera de toda la vida, “la Negra Norma”, militante cabal como él. Que amó a sus compañeros y compañeras de lucha, a quienes siempre saludaba con su sonrisa y su entusiasmo.
Luchó con alegría y por la alegría, por eso como dice un cartel que le hizo una compañera, “por la alegría vamos al combate, que nunca la tristeza esté asociada a Cachito”
Que así sea.
Compañero Héctor Cassani, ¡Presente!