Posted on: 1 agosto, 2020 Posted by: MULCS Comments: 0

1/8/2020

Desde el 20 de julio, alrededor de dos mil familias de Guernica están tomando tierras en el barrio Numancia. Están tomando en sus manos la urgente necesidad de vivienda que sufrimos miles y miles de vecines de nuestros barrios populares. Desde el MULCS estamos apoyando esta toma, junto a otras organizaciones territoriales. Es importante mantener la unidad de todes les vecines y los barrios de Guernica en esta dura lucha por el derecho a la vivienda y a la tierra.

Reproducimos comunicado de prensa de vecines de La Unión, y una nota de nuestra compañera Ana G.

Comunicado de Prensa

A una semana de nuestra lucha por vivienda

MAS DE 300 FAMILIAS SEGUIMOS EN LA TOMA TIERRAS DE GUERNICA BARRIO NUMANCIA

Desde el viernes 24 de julio más de 300 familias de distintos barrios del partido de Presidente Perón decidimos tomar una porción de tierras entre las calles Brasil y Mendoza barrio “Numancia” y de esa forma obtener viviendas dignas. Los lotes, se encuentran abandonados desde hace muchos años. Tomamos tierras porque nos vemos afectados por la desocupación, la marginación que día a día socava gran parte de nuestra vida. Aún más profundizada por la fuerte pandemia que nos atraviesa y nos somete a buscar nuevos métodos de supervivencia.

Nuestra idea es construir un proyecto para el barrio, que abarca desde un centro cultural y jardín (con apoyo escolar, merendero, comedor, actividades culturales) hasta una salita de primeros auxilios. Durante esta semana realizamos un censo con el objetivo de relevar datos acerca de las necesidades de los y las vecinas del predio.

El día de hoy mantuvimos reuniones con autoridades del municipio de Presidente Perón con los cuales abrimos una mesa de diálogo. Si bien manifestaron comprensión a nuestra problemática la incertidumbre sigue y el miedo al desalojo.

Estamos resistiendo y seguiremos, por eso llamamos a la solidaridad de las organizaciones sociales y de cualquier persona que quiera apoyarnos o aportar a esta lucha que es la del derecho a tener una vivienda digna donde poder vivir.

-Luchamos por tierra para vivir

-Luchamos por una vida que merezca ser vivida

-Somos laburantes, changarines, desocupados, precarizados, familia, niñez que necesitamos un cambio social para vivir una vida digna

-Ante la crisis, la salida es colectiva, la verdadera pandemia es el individualismo y capitalismo

Cuerpo de Delegades de Asentamiento Nuevo Barrio La Union

La toma se encuentra ubicada entre calle Brasil y Mendoza, entre el Barrio San Martín y Ruta Néstor Kirchner.

De la estación Glew te acerca el colectivo 385 (ramal “Numancia”) bajar en la calle Gianuzzi y Centenario y caminar 6 cuadras costeando Brasil.

Para mayor información comunicarse:

11 2569-4487

11 3353-2917

Tomar la tierra

por Ana G

Tomar la tierra. Tomar algo que nos ha sido arrebatado. Buscar la posibilidad de romper la atadura de lo prestado-lo alquilado-lo inaccesible: romper el ciclo de la deuda. Ir por una nueva forma posible de lo propio recuperando el tronco originario de lo comunitario. Abrirse paso ante la sucesión de disciplinamientos que hacen de la propiedad privada un valor y el máximo. Pensar lo posible cuestionando lo existente, hurgando y separando en lo existente lo hegemónico y lo legitimado, lo resistente, lo anti, lo opuesto, lo disímil. Tomar la tierra, recuperarla, para refundarla y refundarla refundándonos, un acto de mutuo hacerse y deshacerse y rearmarse renaciéndose.

Ninguna poesía en la noche helada y el hambre. Ninguna poesía en las postas y la amenaza de desalojo tanto como de corrupciones y operaciones que de uno para desbancar a otres, de una banca que en suma nunca fue de ningune. No hay poesía con la yuta cortando el aire, alambrado vivo de intereses de las oligarquías. Ninguna poesía en el recrudecimiento del machismo y las violencias contra las mujeres en pleno punto de partida de otros posibles. Tomar las tierras para poder quebrar destinos, para que la meritocracia se meta sus argumentos en la galera y haya oportunidad cierta de vida digna para todes. Recuperar la tierra para quien la trabaja, para quienes queremos producir en, con y para la vida. Leo que los ocupantes son gente honesta, de trabajo o desocupados. ¿Y si no? ¿Y si no lo fueran? ¿Si no fueran honestos? Quién y cómo definirían la honestidad en un capitalismo patriarcal racista colonialista extractivista? ¿Qué honestidades son posibles? ¿Cuánto han servido las morales de este sistema para efectivizar derechos?

¿Cuánto han preservado el statu quo, a quienes les han sido impuestas para posibilitar la reproducción de lógicas de explotación? ¿Y qué pasa con les niñes en las tomas, qué pasa con las infancias y la adolescencias? ¿Qué parámetros para ellos, ellas y elles y su derecho a la tierra, a la vivienda, a la protección, al cuidado, al juego, a la salud, al ambiente sano por fuera de la contraprestación de la honestidad y el trabajo? ¿Qué lugar para su voz y sus gritos? Al monocultivo de silencios adoctrinantes y verticalismos le están floreciendo ollas, asambleas y voces de todos los colores que, no sin contradicciones, siguen dando batalla y abriéndose paso en una tierra agónica; una tierra exhausta que espera con ansias la posibilidad de romper el yugo de apropiación y sometimiento que hace siglos la esclaviza. Recuperar la tierra para estar en la tierra y con la tierra. La noche es oscura, pasó la empresa de electricidad durante el día por si el juzgado, por si la toma, por si los vecinos, por si el cableado. La noche es oscura pero la lucha no se apaga. Dicen que el momento más oscuro de la noche es justo antes del amanecer.