Reproducimos nota de la Autoconvocatoria por la Suspensión del Pago e Investigación de la Deuda
6/11/2021
La Autoconvocatoria protagonizó hoy una fuerte movilización popular en distintos puntos del país, ampliando y fortaleciendo la lucha contra la pobreza, el saqueo y el pago perpetuo de una estafa. ¡Fuera el FMI! La Deuda es con los Pueblos y la Naturaleza.
Ofrecemos a continuación, la Declaración de unidad leída frente a la Casa Rosada, ante una multitud congregada en la Plaza de Mayo.
Declaración de la Autoconvocatoria por la Suspensión del Pago e Investigación de la Deuda
Compañeros, compañeras, compañeres –
Hoy estamos de nuevo en esta Plaza de Mayo y en numerosas ciudades y capitales de provincia del país, entre ellas Córdoba, Rosario, Resistencia, Salta, Tartagal, San Salvador, Santiago del Estero, Tucumán, Mar del Plata, Bahía Blanca, Santa Rosa de La Pampa. Estamos en todo el país para reafirmar con todas nuestras fuerzas, nuestros reclamos:
· Fuera el FMI
· Suspensión del pago e investigación de la deuda
· No es No! Las estafas no se pagan
· La deuda es con los pueblos y la naturaleza
En estos días mucho se ha hablado en la Argentina y en el mundo de la fraudulenta y odiosa deuda reclamada a nuestro país. De la estafa que constituye, en particular, el crédito Stand By que contrajo el gobierno de Macri con el FMI, por la suma más extraodinaria librada en la historia del Fondo Monetario: U$S 57.000 millones, de los cuales terminaron arribando al país U$S 45.000. Esos dólares no fueron a ninguna inversión, ni obra pública, ni a estabilizar la economía. Más bien sabemos, por confesión de parte, que su destino era apoyar el proyecto de reelección de Macri y sus amigues. Por las investigaciones del Banco Central, sabemos que sirvieron para facilitar la sangría de riqueza nuestra a través de la fuga de capitales.
Y sabemos, por experiencia popular, que su impacto más inmediato ha sido la brutal caída del poder adquisitivo de los salarios, el 40% de la población bajo la línea de la pobreza, las altas tasas de desocupación y subocupación, la falta de acceso a la vivienda y la crisis de los sistemas públicos de educación y salud, condiciones que se recrudecen y afectan con más fuerza entre la población más joven, las mujeres, los pueblos originarios, las diversidades sexuales y otros grupos más marginados del pueblo.
Sólo en esta semana se pagaron 428 millones de dólares de intereses solo al FMI y en el día de ayer el ministro Guzmán confirmó el pago de la segunda cuota de capital para el próximo 22 de diciembre por 1892 millones de dólares. Lejos de los discursos de que “no se va a pagar la deuda con el hambre del pueblo”, de que no va a “arrodillarse frente al FMI” o que va a defender la “soberanía”, lo cierto es que durante este año el actual gobierno va a terminar pagando entre capital e intereses, cerca de 5.000 millones de dólares al FMI.
Estos pagos, y la decisión de mostrarse como buen cumplidor,ha llevado al gobierno, con la aprobación del Congreso, a realizar un fuerte ajuste sobre el gasto público. Por ejemplo, en medio de la grave catástrofe social, ha hecho retroceder jubilaciones que ya estaban en la línea de indigencia, otro 9% interanual, ha seguido reduciendo el sueldo de los empleados estatales, el presupuesto para asistencia social y eliminado gran parte de las partidas destinadas al combate del Covid este año.
En su reciente viaje a Europa, el presidente Fernández, el titular de economía Martín Guzmán y varios ministros y funcionarios, se han afanado en negociaciones sin que trascienden las condiciones que exige el FMI o las propuestas que hace el gobierno argentino. Se han insistido mucho en una pelea secundaria por eliminar las sobretasas que cobra el Fondo por los créditos que sobrepasan los límites establecidos en su estatuto, o por obtener mayores plazos que los 10 años que fija el acuerdo de facilidades extendidas que ahora negocian.
Por más que las principales potencias que dominan el Fondo, en particular EEUU, accedieran a esos pedidos, no significaría una disminución sustancial en los pagos reclamados a nuestro país. No cambiaría el hecho que sea imposible de cumplir, combinado además con los compromisos de pago a los prestamistas privados. Además, una extensión en los plazos de pago estará sujeta a más endeudamiento y condiciones cada vez peores para nuestra clase trabajadora y sectores populares.
Tampoco cambiaría el carácter fraudulento del préstamo hecho. Cualquier nuevo acuerdo dará continuidad a la política de estado de los últimos 40 años de pagar y pagar sin investigar ni sancionar a los crímenes.Consolidará la impunidad de los responsables locales y extranjeros, cargando nuevamente a los bolsillos y los estómagos de la población argentina, la obligación de pagar una estafa y un crimen de lesa humanidad económica. No lo podemos permitir.
Lejos de “estabilizar nuestra economía”, el pago a los usureros internacionales tendrá como consecuencia que continúe la enorme especulación que la domina, permitiendo que se siga emitiendo deuda cuyos beneficios son exclusivos para los bancos y los fondos de inversión, y que siga avanzando la precarización de la economía, manteniendo su matriz exportadora de alimentos y materias primas para juntar los dólares que reclaman los prestamistas.
En el día de hoy, cuando el pueblo chubutense vuelve a realizar una gran movilización contra la megaminería contaminante, denunciamos desde esta tribuna, que el gobierno continua avanzando en la promoción a toda costa del extractivismo tóxico agroindustrial, mineral, hídrico y energético, lejos de los discursos altisonantes ante el G20 y la Conferencia Climática. Denunciamos asimismo el pedido de canjear esta deuda ilegítima y odiosa por nuestra agua, nuestro aire, nuestros bosques y territorios, es decir, comprometiendo nuestra salud, nuestros cuerpos, nuestro presente y futuro. La justicia socioecológica, el cuidado del ambiente y del clima, exigen que se reclames reparaciones, no canjes.
El pago de esta estafa es una política acordada con el gran empresariado local, que necesita del acuerdo con el FMI para renegociar sus propias deudas -en parte nominadas en dólares. Por ello presionan por seguir aumentando la inflación y por una reforma laboral y mayores facilidades fiscales que permitan liberar los fondos para cumplir con los prestadores. Paradójicamente, se trata de un empresariado reconocido por la evasión fiscal, la especulación financiera y la fuga de capitales.
Existe también una fuerte presión para cerrar cuanto antes el acuerdo de pago con el Fondo, por parte de EEUU, a través de las declaraciones de su futuro embajador en nuestro país, Marc Stanley, de los funcionarios del FMI, y de la oposición electoral al gobierno, como se manifestó en las recientes declaraciones del caradura ex presidente Macri.
Por eso las recientes declaraciones de Guzmán, frente a las versiones de que el gobierno podría incumplir algún pago o solicitar un perdón del FMI, van justamente en el sentido de asegurarle a los prestamistas internacionales la voluntad de pago.
Más allá del discurso oficial, cualquier acuerdo con el FMI exigirá profundas reformas en nuestra economía, que serán monitoreadas permanentemente por este organismo imperialista. Entre ellas profundizar la flexibilidad laboral actual, sacándole derechos históricos a las y los trabajadores, la rebaja del gasto previsional y asistencial, el achique del presupuesto del Estado destinado a salud y educación, una profunda reforma fiscal a favor de los poderosos, y una mayor desregulación financiera y comercial, a favor de los grandes monopolios y empresas multinacionales.
Por si existiera alguna duda de ellas, y algún sector pretendiera sostener la falacia de que el Fondo cambió sus políticas con la pandemia, el documento publicado por el FMI en la reciente reunión del g20, ratifica todas estas recetas y políticas, tan caras para nuestro pueblo y los pueblos de nuestra región latinoamericana y caribeña.
Por eso, no nos cansaremos de denunciar el pago de esta estafa y las tremendas consecuencias que ya tiene y tendrá para nuestro pueblo y la naturaleza. Seguiremos llamando a la mayor unidad de acción a quienes quieran movilizarse por la suspensción de todo pago de esta fraudulenta deuda odiosa, su investigación y la sanción de los responsables. Apoyaremos todas las peleas de nuestra clase trabajadora, del conjunto de nuestro pueblo, contra el ajuste, el saqueo y la represión que la deuda impone cada vez con mayor dureza.
Es ahora, en medio de la grave crisis socio-sanitaria y ecológica, enfrentando con la resistencia y luchas de los pueblos de nuestro país los costos de este sometimiento. Al cumplirse además un nuevo aniversario del derrocamiento del proyecto del ALCA – Área de Libre Comercio de las Américas – y de coincidir con las movilizaciones del pueblo de Chubut todos los 4 contra la megaminería, recordamos que la movilización popular es nuestra fuerza.
En estos días, el hermano pueblo ecuatoriano se ha movilizado contra un brutal aumento de los combustibles impuesto por el gobierno de Lasso, para cumplir con las metas que le impone el acuerdo con el Fondo Monetario. La grave situación de las deudas de medio centenar de países en todo el mundo permite la posibilidad de una acción conjunta de los pueblos y ese debe ser nuestro derrotero.
Por eso llamamos a todas las organizaciones populares a construir una férrea unidad en acción para impedir que este sistema de deuda eterna continúe avasallando al país y dejándonos sin presente ni futuro. Como parte de una pelea mayor, las de todos los pueblos oprimidos contra el dominio de la usura financiera internacional y las potencias imperialistas.
¡Fuera el FMI!
¡Viva la lucha de los pueblos contra los planes de ajuste y las fraudulentas deudas externas!
¡Vamos por más unidad para enfrentar a los usureros de nuestros países, nuestros trabajadores y nuestros pueblos!
– 4 de noviembre de 2021