Posted on: 24 diciembre, 2013 Posted by: MULCS Comments: 0

América Nuestra N°2 – Año 1- diciembre 2013 –

El 24 de noviembre se llevó adelante un fraude anunciado en las elecciones presidenciales de Honduras. En esta elección, se presentó por primera vez el partido LIBRE, surgido de la resistencia popular hondureña contra el Golpe de Estado de 2009. El fraude, como el anuncio de los resultados electorales “oficiales”, fue promovido directamente por la Embajada de EEUU.

El 1 de diciembre, los magistrados electorales habían anunciado el resultado final del escrutinio preliminar, proclamando ganador al candidato oficialista Juan Orlando Hernández con el 36.80% de los votos, ocho puntos arriba de Xiomara Castro.

El anuncio se dio justo unas pocas horas antes de que el partido Libre y el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) se movilizaran por las calles de Tegucigalpa, denunciando un sinnúmero de irregularidades en los comicios, y exigiendo el recuento de las más de 16 mil actas de las Mesas Electorales Receptoras (MER).

Dos semanas después del voto en Honduras, el partido Libertad y Refundación (Libre), interpuso ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE) una acción de nulidad de los comicios del 24 de noviembre.

De acuerdo con el contenido de las copias de las actas en manos de Libre, que hasta el momento ha logrado ganar casi un tercio de los escaños en el Congreso Nacional, su candidata presidencial habría triunfado con entre un 1.5 y un 2 por ciento arriba de Hernández.

El Partido Nacional de Juan Orlando Hernández, con la complicidad de los partidos menores que no alcanzaron siquiera el 1 por ciento de los votos, llevaron a cabo una compraventa de credenciales para tomar el control absoluto de 3,604 urnas, abultando los resultados a favor del partido de gobierno. El partido Libre señaló también otra gran cantidad de irregularidades, como por ejemplo actas escaneadas en horas de la mañana del día 24 de noviembre, cuando ni siquiera había comenzado el proceso de votación, actas falsas que fueron escaneadas e ingresadas al Sistema de cómputo del TSE, así como alteraciones y falsificaciones de los resultados contenidos en varias actas.

Antes esta situación, Libre pidió al TSE declarar la nulidad de las elecciones del pasado 24 de noviembre y del resultado del escrutinio “por fraude, alteración o falsificación de los votos, actas y certificaciones electorales en el nivel presidencial”. “Hemos descubierto un fraude con transparencia, que se hizo comprando credenciales a partidos pequeños para controlar las mesas e inflar la votación a favor de Hernández”, dijo Zelaya. En caso de rechazar la solicitud de Libre, el ex-presidente Zelaya dijo que recurrirán a la Corte Suprema de Justicia y hasta ante instancias internacionales.

El fraude en Honduras, sostenido por el imperialismo norteamericano y los grandes medios de comunicación en todo el mundo, sólo podrá ser detenido por la resistencia hondureña, y por un amplio movimiento de solidaridad en Nuestra América, en especial en los países del ALBA.