6/11/2020
El 5 de noviembre se cumplieron nueve años de la desaparición de Daniel Solano en Choele Choel, en la provincia de Río Negro.
Daniel era salteño, nacido en Tartagal, miembro de la Comunidad Guaraní Misión Cherenta, trabajaba en esa temporada en Rio Negro para la empresa belga Expofrut, y estaba organizando el reclamo por salarios mal pagos y condiciones precarias de trabajo cuando fue emboscado, golpeado, detenido en el boliche Macuba el 5 de noviembre de 2011. Los testigos vieron a Solano siendo golpeado por un grupo de policías y subido por la fuerza a un móvil policial, y desde entonces continúa desaparecido.
Con la fuerza y el ejemplo de su papá, Gualberto, que se trasladó desde Salta para acampar durante años en reclamo de Verdad y Justicia, la lucha impulsada por familiares y amigos evidenció la trama de crímenes e impunidad que entrelaza a las empresas frutícolas, policía y Poder Judicial, “boliches” y trata de personas.
Con el patrocinio de los abogados Hernán Heredia y Leandro Aparicio (también abogado de Cristina Castro, la mamá de Facundo), en 2018 siete de los policías que intervinieron fueron condenados por homicidio agravado con alevosía, pero continúan en libertad, ya que el Poder Judicial aún no resuelve su prisión preventiva, como tampoco la de otros 4 policías involucrados. Todos ellos continúan en actividad y cobrando sueldo en la policía, y cosechan unas cuantas denuncias por torturas. Chicanas judiciales impidieron también rastrillajes efectivos para localizar el cuerpo de Daniel.
Este año la familia y les amigues de Daniel organizaron desde Choele Choel un Festival virtual por youtube, entre el 5 y el 7 de noviembre, reclamando justicia por su asesinato.
A nueve años, sus familiares siguen reclamando el fin de la impunidad de los asesinos, la entrega del cuerpo de Daniel para darle sepultura en Salta, su tierra natal.