Posted on: 21 septiembre, 2021 Posted by: MULCS Comments: 0

Reproducimos comunicado de la Corriente Político Sindical Rompiendo Cadenas

21/9/2021

Martes 21 de Septiembre 13hs Plaza de Mayo

Quienes vivimos de nuestro salario sabemos que la plata no alcanza. Vemos diariamente cómo los aumentos en los precios hacen que nuestro sueldo cada vez alcance para menos, que cada vez sean más las privaciones. Prácticamente, la mitad de los hogares estamos en la pobreza; más de la mitad de lxs pibxs se encuentran en esa situación. Las mujeres y disidencias son lxs más pauperizadxs entre lxs trabajadorxs; la juventud, la que encabeza la lista al momento de la precariedad e inestabilidad en el trabajo.

Lxs que ganan para que el pueblo pierda

No se trata de un cataclismo, ni de reducir la causa de todos nuestros males a la pandemia. Así como aumenta la pobreza en nuestro país, también se concentra la riqueza cada vez más y en menos manos… Así como la pandemia significó miles de muertes y un golpe a nuestra salud y nuestros bolsillos, también para muchos empresarios fue una oportunidad para sacar tajada: según la Revista Forbes, Marcos Galperín, uno de los dueños de Mercado Libre, incrementó su fortuna en u$s 4.000 millones en este período; similar es el caso de “Goyo” Pérez Companc, uno de los argentinos más ricos, cuya riqueza creció 700 millones de dólares. Y la lista sigue con las familias Rocca, Bulguheroni, Coto, Roemmers, Pagani, Eurnekian…

Mientras un puñado de empresarixs se la llevan en vagones, el gobierno administra los fondos públicos priorizando el pago de intereses de una deuda externa impagable y consolida la estafa. Nuestros salarios de miseria y los violentos desalojos de quienes no tienen ni tierra, ni techo ni trabajo, son la contracara de ese dinero que drena hacia los bolsillos de banqueros y empresarios. Las cosechas récord del agronegocio solamente nos dejan suelo arrasado: los millones que de las campañas sojeras no llegan al pueblo. Otro tanto se puede decir en relación a la megaminería, el fracking, el negocio forestal y el ganadero.

El salario del miedo

Entre lxs responsables de nuestra pobreza, se encuentran los gobiernos, desde ya. El Frente de Todos ahora promete “un shock para el consumo” en 60 días, con un nivel de oportunismo que confiesa la esencia electoralera de la medida. En un tembladeral político producto de su pésima elección en las PASO, renuevan su gabinete por derecha y sus integrantes se tratan de desmarcar del ajuste aplicado. Cabe señalar que los salarios a la baja que el gobierno nacional impuso no podrían haberse aplicado tan impunemente sin el obsecuente apoyo de las cúpulas sindicales: la CGT, las CTA (las direcciones de ATE y CTERA, entre varias otras). Si el sueldo mínimo que gobierno y burocracias pactaron ronda hoy los $29.000, empatado con la canasta de indigencia, no sólo es producto del ajuste del oficialismo, sino de la alcahuetería de sindicalistas que les hacen los deberes. A ese modelo de dirigentes expertos en dar justificaciones para que sus representadxs pierdan siempre, le tenemos que seguir oponiendo un modelo sindical donde el protagonismo sea de lxs laburantes: un sindicalismo de y para la clase, democrático, feminista, antiburocrático, combativo.

La calle sigue siendo nuestro lugar

El peronismo en el gobierno y sus aliados sindicales asumieron como propia la agenda de la apertura económica sin cuidados que la derecha iba anticipando. Entre oficialismo y oposición, impulsaron la concurrencia masiva y sin resguardos a los lugares de trabajo y de estudio. Mientras se eliminaban las dispensas por factores de riesgo para laburantes, tanto funcionarixs como burócratas sindicales se reunían por zoom y militaban sistemáticamente contra las movilizaciones populares. En nombre del cuidado de la salud, se llenaron las fábricas y se vaciaron las calles y sindicatos. En un cuadro de crisis económica y social, y de repliegue de la movilización social, no es sorprendente que sectores de derecha se sientan envalentonados y crezcan electoralmente en varios lugares de nuestro país. En este sentido, el entrismo acrítico y dócil de los sectores de centroizquierda que se sumaron al Frente de Todos no hizo otra cosa que lavarle la cara a estas políticas.

En este cuadro, la calle y la solidaridad de clase cobran un rol central en las disputas que se avecinan. Ante un gobierno que nunca dejó de subordinar su política a las exigencias del FMI y una oposición de derecha que propone más de lo mismo (sea la de Juntos por el Cambio o los Ultraliberales, que postulan eliminar las indemnizaciones), el malestar de lxs laburantes debe ocupar las plazas, calles y rutas. Tanto oficialismo como oposición patronal coinciden, cada vez más explícitamente, en pagar la deuda, en continuar desplegando el extractivismo, en que seamos lxs de abajo quienes paguemos la mayoría de los impuestos, en que los agujeros del presupuesto los financiemos lxs pobres con nuestros ingresos devaluados, con menos salud y educación públicas.

Cada vez queda más claro que lo que nos ofrecen estos partidos que nos trajeron hasta acá, estos sindicalistas que pactan a las apuradas sin haber hecho una sola asamblea, se opone por el vértice a nuestros intereses como laburantes.

También queda claro que necesitamos salir a manifestarnos. En unidad, a favor de nuestro salario y en contra del FMI y del saqueo de nuestros cuerpos y territorios. No hay alternativa posible sin romper las cadenas que nos atan al endeudamiento, al imperialismo, a la subordinación a quienes incluso en pandemia, incrementan sus cuentas bancarias hundiéndonos cada vez más en la miseria.

Las calles son nuestras, y allí deberemos defender nuestro derecho a una vida digna.

Corriente Político Sindical Rompiendo Cadenas

Septiembre 2021