Posted on: 24 marzo, 2020 Posted by: MULCS Comments: 0

junio 2019

En un país capitalista dependiente como la Argentina, en general las propuestas electorales están muy condicionadas por el contexto internacional, en especial por lo que ocurre en el imperio yanqui y en los países dominantes del “Primer Mundo”. La etapa de Trump al frente del gobierno de Estados Unidos nos muestra cambios importantes en la política imperialista. Por una parte, busca fortalecer la economía interna, incrementando el proteccionismo y disminuyendo la relevancia del libre comercio y los tratados de asociación comercial. El otro aspecto relevante es la disputa por la hegemonía económica y política con China y el bloque BRICS. En ese sentido, disminuir la influencia china en nuestro continente es central para el poder yanqui en la época de Trump. Consolidar la influencia de EEUU en la región es el trasfondo en el que se explica el golpe parlamentario en Brasil y el Gobierno del fascista y xenófobo Bolsonaro, y también por supuesto el peso del Gobierno Trump sobre el Gobierno PRO imperialista de Macri. Para terminar este breve mapa internacional, otro objetivo central para EEUU es destruir el proceso político del pueblo bolivariano en Venezuela, e incrementar el bloqueo contra la Revolución Cubana.

Las listas de los de arriba

En esa situación, al cierre de este periódico, asistimos a la negociación de las listas electorales, con un festival de pases y transas de un cinismo extremo. El premio al más transero del cierre electoral ha quedado en manos de Sergio Massa, que negoció a varias puntas con el frente dirigido por el PJ y con el gobierno bonaerense de Vidal, antes de cerrar el acuerdo con el PJ en el Frente de Todos y Todas. Pero no fue la única rosca en esos espacios políticos. Vuelve a demostrarse la enorme capacidad de transar y de tragar sapos intragables de la mayoría de los sectores del sistema político.

Desde el lado del gobierno PRO imperialista, Cambiemos se ha transformado en Juntos por el Cambio, al incorporar a Pichetto como candidato a vicepresidente. Este cambio se tradujo en la alegría de los “mercados” y de las grandes empresas, que lo tienen como primera opción. Pichetto, histórico representante de la corporación de gobernadores del PJ en el Senado, eterno oficialista de todos los gobiernos desde Menem hasta hoy, intentará aportarle una parte del aparato del PJ a Macri. La política a favor de la especulación financiera, de la represión a las luchas populares, y de profunda discriminación contra lxs migrantes latinoamericanxs, está asegurada con esta propuesta.

Mientras tanto, la política del kirchnerismo fue promover la más amplia unidad del peronismo para derrotar a Macri. Con esa propuesta, sumaron al sinuoso Frente Renovador de Massa y a la mayor parte de los espacios peronistas, junto a una buena parte de las corrientes de centro-izquierda y a una parte de la “nueva izquierda”. En este frente, tienen un rol central los gobernadores peronistas, que son profundamente conservadores. El problema es que para este frente, encabezado por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, derrotar electoralmente a Macri no significa derrotar las políticas del FMI y el imperialismo, que son los verdaderos dueños del circo. Muy por el contrario, le vienen asegurando al FMI y al capital que pagarán religiosamente la nueva deuda externa, mostrando que entendieron que los discursos de la “Patria Grande” quedaron en el pasado. Como se ha recordado en estos días, Alberto es un gran operador político, y es uno de los que promovieron la fusión de Cablevisión y Multicanal en 2007 que convirtió al Grupo Clarín en el mayor jugador de la televisión por cable en nuestro país.

Como candidatura menor, quedó la esperanza blanca de Techint y las grandes empresas de la AEA (Asociación Empresaria Argentina), Lavagna, acompañado como candidato a vicepresidente por el peronista oligarca Urtubey, que quedó en la mesa de saldos de la desarmada Alternativa Federal, después que la fórmula de los Fernández se llevara a la mayoría de los gobernadores peronistas a su coalición. La candidatura de Lavagna, que arrancó con mucha fuerza por el auspicio del Grupo Techint como apuesta en el peor momento de la crisis cambiaria, parece haber perdido bastante peso.

El FIT y el frente necesario

Finalmente, queda la propuesta del frente de izquierda, el FIT Unidad, ahora conformado por los tres partidos del FIT (PO, PTS, IS) con el MST, en dónde también participan nuestres compañeres de Poder Popular y otras corrientes políticas de la izquierda. Entendemos que el FIT tiene importantes méritos políticos a la hora de marcar ejes anticapitalistas y de participar en las luchas obreras y populares, y que es el único espacio político que marca con claridad el problema del FMI y de la eterna deuda externa para nuestro país y nuestro pueblo.

Pero al mismo tiempo, sostuvimos y sostenemos que debería haberse conformado un frente político más amplio, no sólo en el terreno de los acuerdos con las corrientes de izquierda que no compramos la política del «mal menor» peronista, sino en las propuestas a desarrollar de cara a las mayorías populares y al activismo social de nuestro país. Desde nuestro punto de vista, hay que proponer a todo el pueblo trabajador, y en especial a miles y miles que tienen bien fresca la memoria de cómo luchamos contra el poder del FMI y de los gobiernos antipopulares, un amplio frente contra las políticas de Macri y los monopolios, y no «regalarle» al PJ la bandera de la unidad contra Macri, sino darle contenido y programa al genuino reclamo de la mayoría de nuestro pueblo de derrotar al Gobierno entreguista.

Por estas razones, aun manteniendo nuestras críticas a su sectarismo y con enormes diferencias en cómo analizamos la situación latinoamericana, vamos a votar al FIT, con la convicción de que es necesario un amplio frente de las corrientes y tradiciones de izquierda en nuestro país.

Más allá de las elecciones

Entendemos que hay otras tareas fundamentales para nuestra izquierda, más allá de la táctica electoral. Es central trabajar por la unidad en la lucha de los sectores más activos del movimiento obrero y popular, con vocación combativa y unitaria. En ese sentido, estamos contribuyendo a dar un paso importante en la coordinación en la zona sur del conurbano. La formación de la Coordinadora de Organizaciones en Lucha en Lomas de Zamora, con el aporte central de la CTA Autónoma y de ATE Sur donde participamos activamente, permitió rodear de solidaridad a los colectiveros de la zona, que vienen dando una dura pelea por mantener sus puestos y condiciones de trabajo (ver nota en pág. 11). Desde esa coordinadora, se han protagonizado dos importante cortes de ruta en Puente La Noria, en los paros nacionales del 30 de abril y del 29 de mayo, con la participación activa de miles de compañeres.

Una tarea central para nuestro Movimiento es la conformación de un amplio frente de las organizaciones de nuestra izquierda, antiimperialista y feminista, clasista y popular, anticapitalista y socialista, con vocación de masas y de poder, que sea una herramienta fundamental para un amplio frente de las izquierdas. Desde esa idea, aspiramos a seguir dando pasos de mayor unidad política con el Movimiento de los Pueblos: Por un socialismo feminista desde abajo, junto al FPDS Corriente Nacional, a Izquierda Latinoamericana Socialista y al FPDS Poder del Pueblo.