17/9/2020
Frente a la profunda crisis económica y sanitaria que estamos viviendo se discuten algunas salidas, estrategias para encarar este momento histórico y que al mismo tiempo responden a distintos proyectos políticos. Desde el gobierno, el Frente de Todos gestiona esta crisis con algunas políticas sanitarias acertadas (como el ASPO), pero combinado con ajuste por abajo, despliegue represivo y una continua concesión a los sectores patronales. Como contrapunto, desde la derecha macrista se levanta la oposición a las únicas medidas acertadas, prometiendo proyectos de mayor ajuste y represión. Mientras unos pagan sistemáticamente y sin chistar la deuda, los otros son endeudadores y fugadores seriales. Unos defienden a Berni, los otros a Bulrrich. Ante las propuestas de salida por arriba, desde aquí nos planteamos una salida propia, desde las necesidades y los intereses de nuestro pueblo trabajador.
Proponemos una agenda de temas, que consideramos los más urgentes, cuya resolución debería tener un carácter popular y colectivo, que nos acerque a un horizonte emancipatorio.
Estamos viviendo una profunda crisis económica, social y sanitaria. El endeudamiento, el aumento de la desocupación, el congelamiento salarial, las dificultades crecientes para acceder a los alimentos y bienes de primera necesidad, la persistente violencia hacia mujeres y disidencias y la sobrecarga de tareas de cuidados que recae sobre ellas, la deficiente infraestructura urbana, la falta de vivienda y de tierra para vivir, vienen golpeando a nuestro pueblo trabajador.
La pandemia mundial del covid19 agrava enormemente este conjunto de desigualdades sociales. El retroceso en materia de empleo implicará un mayor disciplinamiento de la clase trabajadora, la caída de los ingresos y la implementación de nuevas ofensivas contra nuestras condiciones de trabajo. Desde los sectores empresarios se sigue presionando por la implementación de una reforma laboral que perjudique aún más el poder de presión de les trabajadores y sus organizaciones.
El reciente acuerdo con los acreedores privados y la negociación inminente de la deuda con el FMI obligan a contar con recursos para el pago de los compromisos suscriptos. Se empiezan a conocer acuerdos que profundizan el modelo extractivista como el reciente compromiso con China para la producción de carne porcina o el Plan 2020 2030 del Consejo Agroindustrial Argentino de aumento de las exportaciones del agronegocio. Ninguna salida positiva puede provenir del saqueo y la contaminación de nuestros bienes comunes que provoca muertes, expulsión de nuestros territorios y empobrecimiento.
Por otro lado, se posterga el tratamiento de la ley de interrupción voluntaria del embarazo que deja a las mujeres y personas con capacidad de gestar sin la conquista de un histórico reclamo, el de decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas. A la vez vemos cómo en el contexto de aislamiento se incrementa la violencia patriarcal que no logra ser erradicada con precarias políticas de género.
Los dueños de grandes fortunas no están dispuestos a poner un centavo de sus abultados bolsillos y exigen que el Estado proteja sus intereses. Mientras el pueblo trabajador se expone a los peligros sanitarios de la falta de vivienda y la deficiente infraestructura en los barrios populares, una deuda que se sigue incrementando y afecta a millones.
Ante este escenario empresarios, banqueros y dueños de la tierra imponen condiciones, plantean sus exigencias, debaten sus proyectos de salida. Es necesario que les trabajadores y el pueblo construyamos nuestra propia salida de esta crisis
Por un programa popular de salida a la crisis
Suspensión del pago e investigación de la deuda:
La deuda externa ilegal, ilegítima y fraudulenta, es la herramienta para aplicar políticas de ajuste y para convalidar el dominio del FMI y otros organismos internacionales. La negociación con los fondos privados tenedores de bonos es la convalidación de una estafa al pueblo que hipotecó una vez más el futuro de nuestro país por generaciones.
Por esta razón, proponemos la suspensión inmediata del pago de la deuda externa y su investigación, como parte de una política integral de desconocimiento soberano de esta estafa del capital financiero internacional y sus socios locales a nuestros pueblos.
Convocamos a organizar el protagonismo popular y la deliberación colectiva en cada barrio, en cada lugar de trabajo o de estudio para reafirmar que la deuda es con el pueblo. Es necesario discutir las urgencias en materia de salud, educación, vivienda e infraestructura y disponer de todos los recursos para esos objetivos.
Expropiación de Vicentin:
Los empresarios que fugan sus ganancias y extorsionan a les trabajadores no pueden seguir actuando con total impunidad. Nos pronunciamos por la expropiación de la empresa cerealera Vicentín y la investigación y enjuiciamiento de los directivos que quebraron la compañía y fugaron millones de dólares obtenidos de fraudulentos préstamos de la banca pública, con la complicidad del gobierno de Mauricio Macri.
Planteamos su estatización sin resarcimiento económico y su gestión obrera y popular, para garantizar la continuidad de los más de 5.000 puestos de trabajo (directos e indirectos) que dependen actualmente de la empresa.
Como en Vicentin, en el resto de los lugares de producción es necesario que sean les propies trabajadores quienes determinen cómo se debe proceder para retornar a los puestos de trabajo, ya que nadie conoce mejor que nosotres los ritmos de trabajo, la circulación, cómo organizar los turnos, etcétera. Impulsamos que sean las comisiones internas de seguridad, salud e higiene de cada unidad productiva las que indiquen los esquemas de reparto de horas, reducción de la jornada laboral, protocolos efectivos de protección en los lugares de trabajo, en pos de reducir los contagios, proteger la vida de les trabajadores, y dejar de sostener las ganancias empresarias con la salud y la vida de la clase trabajadora.
A su vez, para asegurar la captación de divisas y consolidar el ahorro nacional, la expropiación de Vicentín debe ser acompañada por medidas tendientes a lograr el control estatal del comercio exterior, poniendo especial énfasis en el control de los puertos privados y en su posterior renacionalización.
Es necesario que la recuperación de empresas avance en otro modelo de desarrollo basado en la soberanía alimentaria sostenida por la utilización pública y la socialización de las principales tierras productivas (aún en manos de un puñado de terratenientes y pooles sojeros), dejando atrás el modelo extractivista y del agronegocio para dar forma a un modelo agroecológico y sustentable de producción de alimentos, que privilegie las necesidades y requerimientos de nuestros pueblos y que plantee otra forma de relación con la naturaleza y los bienes comunes.
Aprobación del Proyecto de la Campaña por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito:
El patriarcado y la heteronorma intentan regular nuestras vidas y nuestros vínculos interpersonales. El contexto de crisis y la precarización de la vida impactan de lleno en la conquista de nuestros derechos y nos vuelve a someter a los mandatos socialmente asignados a mujeres e identidades feminizadas, responsabilizándonos por las tareas de cuidado.
Los femicidios, transfemicidios y travesticidios, los abusos sexuales a niñes y adolescentes, las desapariciones de les pibes en estas democracias por redes de trata, indican que la lucha debe redoblarse. El Estado y los gobiernos son los principales responsables al no implementar políticas públicas reales con recursos efectivos, y lo que hacen es insuficiente. Somos las mujeres, lesbianas, trans, travas quienes hoy están en la primera línea en la lucha contra toda violencia machista y quienes realizan las tareas esenciales construyendo y reconstruyendo la cultura de la solidaridad en lucha contra el hambre y la precarización de la vida.
A su vez, no permitir que las personas con capacidad de gestar podamos decidir sobre nuestro cuerpo es parte de esa trama de poderes. Frente a esta realidad, exigimos que el Estado deje de ser el principal obstaculizador del aborto voluntario y garantice el tratamiento urgente y la aprobación del Proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo de la Campaña Nacional por el Derecho al aborto legal seguro y gratuito.
¡Impuesto a las grandes fortunas ya!:
En un contexto de pandemia como el que atraviesa el mundo, en la que los Estados se encuentran con grandes gastos inesperados para enfrentar la crisis sanitaria y las economías sufren grandes depresiones, los ingresos fiscales se ven sumamente reducidos. Por lo tanto, cuando los recursos corrientes escasean, es necesario profundizar la discusión sobre un impuesto permanente a las grandes fortunas de grupos económicos concentrados, bancos, terratenientes y multimillonarios, quienes aún en plena pandemia siguen obteniendo colosales ganancias.
El proyecto que finalmente impulsa el gobierno no sólo llega seis meses tarde, sino que todavía no sabemos qué tiempo se van a tomar para aprobarlo y ejecutarlo -con la consecuencia de hambre en los barrios empobrecidos, hospitales colapsados y trabajadorxs de salud con salarios paupérrimos. Se presenta como un aporte solidario cuando debería ser parte de una política de socialización de riqueza. Además, se plantea como un aporte extraordinario por única vez, como si no lo necesitáramos con regularidad. Alcanza sólo a las personas físicas y no a las empresas y bancos. Y su destino está mal orientado, puesto que un 25% de lo recaudado será para YPF y otro 20% para PYMES, cuando las necesidades urgentes de nuestro pueblo pasan por los más de 8 millones de personas que cobran un IFE miserable de $10.000 que se han pagado cada dos meses (es decir, $5.000 por mes) y no tienen dónde vivir.
El impuesto que nosotres proponemos igualmente afectará a una porción minúscula de la población (menos de 15.000 personas) y es capaz de garantizar el fortalecimiento del sistema de salud para enfrentar la pandemia, impulsar planes de vivienda para mitigar la profunda crisis habitacional, planes de infraestructura generales y sostener los ingresos de las millones de familias que vieron desaparecer sus fuentes de ingresos. Esta es la puerta para poner en cuestión un sistema tributario regresivo, que se basa en impuestos al consumo de las grandes mayorías, siendo el IVA su máximo exponente, antes que sobre los patrimonios de los sectores más concentrados.
Por otro lado, las entidades financieras y bancarias siguen siendo las grandes beneficiarias ante cada una de las crisis, obteniendo cuantiosas ganancias ante un proceso de bancarización forzada por el contexto, incrementando sus comisiones ante cada mínimo movimiento y no liberando crédito barato para motorizar la salida de la crisis productiva. De este modo dejan en claro una vez más que su objetivo de lucro es inamovible aún en momentos de pandemia. Por lo tanto, es imprescindible que desde los diferentes sectores populares promovamos la discusión de cómo se gestionan los ahorros nacionales y hacia dónde se volcará su inversión.
Si queremos profundizar una salida de la crisis desde los sectores populares y trabajadores, la nacionalización de la banca toma un carácter central para que estos cuantiosos recursos económicos sean redireccionados desde la timba financiera hacia la satisfacción de las múltiples necesidades concretas de la población y a motorizar el sistema productivo.
Tierra para vivir:
Una vez más, la crisis deja al descubierto las grandes desigualdades, la gran problemática habitacional y la postergación de años que padecen las familias de las barriadas con viviendas precarias, en condiciones de hacinamiento, sin acceso a servicios básicos de agua, luz, cloacas y transporte. También evidenció la desigual distribución de la propiedad urbana y rural y la falta de acceso a equipamientos colectivos como servicios básicos de salud, jardines, centros comunitarios, centros recreativos, conectividad, etcétera.
Con alquileres imposibles, salarios de miseria y la precarización laboral, el problema del acceso a la vivienda y el conjunto de equipamientos e infraestructura urbana también se precariza. La vivienda y el acceso a la tierra es hoy materia de disputa en la que se oponen la función social de la tierra contra la especulación y el negocio inmobiliario. Es necesario impulsar políticas de hábitat popular, construidas con la participación de las organizaciones territoriales que den respuesta a las demandas de acceso a tierras, construcción de viviendas y acceso a créditos populares. Recuperar la tierra como tierra para vivir y para producir,y no como un negocio de unos pocos.
Retiro de las policías como organismo de control de la cuarentena:
El impulso del aislamiento social obligatorio sirvió de excusa para darle mayores facultades a las fuerzas policiales. Una pandemia es un problema sanitario y su solución tiene que estar en manos de civiles, comenzando por les trabajadores de la salud e incluyendo a les trabajadores en general. Las soluciones al problema sanitario requieren reforzar las políticas de autocuidado que hoy por hoy están garantizando trabajadores y organizaciones territoriales y no políticas represivas. Desde el gobierno nacional y los gobiernos provinciales se ha empoderado a las fuerzas represivas en general y a las policías en particular otorgándoles el papel de ser quienes controlan que cumplamos con el aislamiento. Sin embargo, desde que comenzó la cuarentena hemos visto una cantidad inconmensurable de hechos represivos que van desde humillaciones y tormentos contra personas pobres, pasando por golpizas que han dejado desfiguradx a más de unx y llegando a la muerte y desaparición de personas. En lo que va de la cuarentena más de 100 personas perdieron la vida a manos de las fuerzas represivas del Estado. Los casos más resonantes fueron los de Florencia Morales -mucama, 39 años-, que fue detenida en San Luis por violar la cuarentena (cuando iba a comprar comida un día que no estaba permitido para su número de DNI) y a los dos días apareció supuestamente ahorcada en la comisaría, pero los peritos forenses dan cuenta de los golpes policiales; Mauro Coronel -22 años- detenido en Santiago del Estero donde la policía lo golpeó y torturó, lo ató semidesnudo a un palo, donde lo asesinó; el feroz ataque policial a una familia quom en Fontana, Chaco, que incluyó golpes, torturas y violación sexual de dos menores que se encontraban en la casa; la desaparición en Tucumán de Luis Espinoza -trabajador rural, 31 años- cuyo cuerpo se encontró descuartizado una semana más tarde en la frontera con Catamarca; la desaparición de Facundo Astudillo Castro -22 años- cuyo cadáver -seguramente plantado por la policía- fue encontrado cuatro meses después gracias a la persistente lucha de su mamá y sorteando una importante cantidad de obstáculos, amenazas incluidas. Todo esto sin mencionar las numerosas represiones a conflictos de trabajadorxs.
De todo lo dicho, el presidente no sintió ni siquiera la necesidad de hacer referencia en alguno de sus discursos por cadena nacional. En lugar de tomar las medidas urgentes para frenar los ataques policiales, los ha envalentonado definéndolxs “trabajadores esenciales”. Incluso, frente a la asonada policial que se manifestó con armas y patrulleros frente a la Quinta de Olivos no tuvo más respuesta que concederles un aumento salarial. La exigencia de “Fuera Berni” se expande por el país, pero el Frente de Todos sigue confirmando a este asesino en su puesto.
No debemos confundirnos. El empoderamiento de la policía, así como el despliegue de milicos y gendarmería, es política de Estado. Saben que el creciente impacto de la crisis económica empujará a porciones cada vez mayores de nuestro pueblo a sumarse a la lucha por sus condiciones de vida. Por ello, deben tener garantizado el control territorial con las fuerzas represivas. También se conocen nuevos casos de intimidación y seguimientos de inteligencia sobre organizaciones y militantes populares, intentando limitar el legítimo derecho a la organización popular.
Urge la medida de retirar a la policía como fuerza de control de cumplimiento de la cuarentena y la expulsión de Berni, sólo como dos primeros pasos que den puntapié a poner freno a la política represiva de torturas, desapariciones y asesinatos.
Reactivación del ingreso y el empleo popular:
El gobierno debe dejar de subsidiar a quienes obtuvieron mayor ganancia en el último ciclo de concentración de empresas, endeudamiento externo y fuga de capitales y dar continuidad al apoyo estatal a los sectores populares más afectados y a la pequeña producción nacional capaz de generar empleos. Se debe promover una reactivación del mercado interno, sustentada en un aumento de los ingresos y el empleo popular.Para esto es necesario una recuperación salarial, un aumento de las jubilaciones y programas de empleo.Se debe controlar en serio los precios y reactivar la obra pública, con gestión popular. La actual crisis sanitaria y la posibilidad de que vuelva a producirse nuevos rebrotes u otro tipo de virus, obliga a un aumento sustancial del presupuesto de salud pública.
Paritarias inmediatas para todas y todos
En la situación económica y laboral agravada por la pandemia, los salarios han bajado aún más después de los años de disminución salarial del gobierno de Macri. Es imprescindible aumentos salariales iguales o superiores a la inflación, y paritarias inmediatas para el conjunto de les trabajadores. Aumento general de igual nivel para jubilaciones, pensiones y para todos los programas sociales.
Hay que avanzar contra todas las formas de la precarización laboral, que precarizan las vidas de las mayorías populares, por condiciones de trabajo dignas que no pongan en juego la salud y la vida.
Recuperar salarios y condiciones laborales para todas y todos implica también que no sean les trabajadores y el pueblo quienes sigan soportando todo el peso de la crisis, sino que se afecten los intereses de los de arriba.
Venceremos – Partido de Trabajadorxs
Marabunta, Corriente Social y Política
Frente Popular Darío Santillán
Movimiento de los Pueblos: Por un socialismo feminista desde abajo (Frente Popular Darío Santillán – Corriente Plurinacional / Izquierda Latinoamericana Socialista / Movimiento 8 de abril / Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social)