Posted on: 22 septiembre, 2021 Posted by: MULCS Comments: 0

22/9/2021

NINGUNX TRABAJADORX POR DEBAJO DE LA LÍNEA DE POBREZA

SALARIO MÍNIMO VITAL Y MÓVIL IGUAL A LA CANASTA FAMILIAR

¡ABAJO EL AJUSTE!

¡FUERA EL FMI!

Hoy martes, miles de trabajadores y trabajadoras, precarizados y precarizadas, desocupados y desocupadas, volvimos a las calles en todo el país por el conjunto de nuestras reivindicaciones, encabezadas por el reclamo al Consejo del Salario de fijar un Salario Mínimo, Vital y Móvil que cubra la canasta básica.

La cuestión salarial está en el centro de las necesidades de millones de trabajadores, trabajadoras, jubilados y jubiladas. Del aumento del salario mínimo vital y móvil dependen las jubilaciones mínimas, los programas sociales como Potenciar Trabajo, la AUH, y la garantía del salario mínimo docente (que debe estar siempre, como mínimo, un 20% por arriba del salario mínimo legal). En la mayoría de los casos, además, el salario mínimo termina siendo el ingreso real por el primer trabajo precarizado de miles de trabajadoras y trabajadores jóvenes

Por todo esto, el piso salarial nunca puede ser inferior a la canasta básica (que es la canasta con la que se calcula el límite de la pobreza) y que hoy se aproxima a los 70.000 pesos mensuales, muy lejos del ingreso de la gran mayoría de las y los trabajadores en nuestro país.

Reclamamos una vez más que nuestros salarios no pueden ser la variable de ajuste de las crisis económicas, como viene ocurriendo desde hace muchos años. A lo largo de los últimos gobiernos sufrimos una durísima caída salarial que ha llevado a los ingresos de millones de personas y familias a caer por debajo de la línea de pobreza e incluso de indigencia. La desocupación y el trabajo precarizado siguen aumentando, y la situación será todavía peor para la clase trabajadora si avanzan en los distintos proyectos de reforma laboral de los que hablan tanto desde la oposición derechista como de sectores del Frente de Todos.

La reciente crisis de gabinete, posterior al resultado electoral, muestra la ratificación del rumbo ajustador del Gobierno, al mismo tiempo que se presenta un presupuesto nacional para 2022 a medida de las negociaciones con el FMI, que golpea los ingresos del conjunto de la población trabajadora. Los pagos de la fraudulenta e ilegítima deuda externa no pueden seguir condicionando el futuro de nuestro pueblo.

Al mismo tiempo, los cambios en el gabinete operados en las últimas horas son un retroceso en términos de derechos para las mujeres, lesbianas, trans, travestis y personas no binaries, al sumar en áreas claves del gobierno a sectores antiderechos clericales y reaccionarios, lo que ha provocado el repudio de organizaciones feministas, de derechos humanos, sociales y populares.

Por un lado Juan Manzur, un conocido antiderechos que no dudó en justificar que se le niegue una Interrupción Legal del Embarazo a una niña de 11 años que había sido violada en una provincia donde sistemáticamente se persiguen y criminalizan a profesionales de la salud que garantizan derechos para mujeres, niñas y personas del colectivo LGTB+. Además, el ex gobernador tucumano expresa no sólo la avanzada patriarcal sino también la mayor explotación sobre la población. Sin disimulo, fue un aliado de Mauricio Macri en la reforma previsional y laboral buscada durante el gobierno anterior. En el marco del vaciamiento de las políticas de géneros, la designación de Manzur al frente de la jefatura de Gabinete no hace otra cosa que exacerbar una problemática que viene costando la vida a miles de compañeras y compañeres.

El nombramiento de Aníbal Fernández en el Ministerio de Seguridad, por otro lado, funciona como una advertencia contra el conjunto del movimiento popular, que nos remonta a su accionar en gobiernos pasados cuando cayeron asesinados nuestros compañeros Darío Santillán y Maximiliano Kosteki el 26 de junio de 2002 en el Puente Pueyrredón, así como Mariano Ferreyra en Barracas, y fue uno de los garantes de la impunidad en el caso de la segunda desaparición de Jorge Julio López en 2006, cuando afirmaba que el testigo de los juicios de lesa humanidad no estaba desaparecido y podía estar tomando el té en lo de alguna tía. Desde su referencia ha acompañado la línea represiva qué representa Sergio Berni como ocurrió con el desalojo de Guernica o la desaparición de Facundo Astudillo Castro.

Como si esto fuera poco, vuelve al gabinete nacional Julián Domínguez, la carta que busca garantizar las ganancias de los grandes empresarios del campo. Domínguez fue quien elaboró el plan agroalimentario 2010-2020 por el cual se extendió la frontera agrícola, profundizando el modelo sojero, el desmonte y las inundaciones en vastos territorios de nuestro país. Es un claro gesto a las entidades del campo pero también a la plataforma extractivista que busca desarrollar el gobierno a costa del saqueo de nuestros bienes comunes y de las comunidades locales. Es evidente que cuando se trata de la búsqueda de dólares y el deterioro socioambiental no existe una grieta entre oficialistas y opositores.

Desde hace décadas venimos reclamando trabajo genuino mediante la obra pública en nuestros barrios y la construcción de viviendas, con un salario equivalente a la canasta familiar. En esta emergencia social, vemos necesaria la apertura irrestricta de los programas sociales, así como la aplicación de un seguro al desocupade que sea equivalente a las necesidades económicas de una familia, con un piso no menor a la canasta básica.

La ratificación del rumbo de ajuste y la presentación de un nuevo presupuesto a la baja en el gasto social, así como la ratificación en su cargo del ministro fondomonetarista Guzmán, nos plantea la necesidad de un plan de lucha y un llamado a las organizaciones sindicales, sociales y populares a unirnos para exigir el NO PAGO DE LA DEUDA EXTERNA, así como su investigación para la determinación de las responsabilidades sobre su destino en la fuga de capitales. Romper con el FMI y los organismos de usura internacional es una necesidad imperiosa de cara a utilizar esos recursos para el desarrollo nacional y económico, y para la satisfacción de las necesidades populares.