América Nuestra N°3 – Año 1- marzo 2014
por
Víctor Hugo Escandell
En esta selva de cemento
de chacales agazapados
en guaridas de sombras
y colmillos
susurran en la memoria
las voces de mujeres
que silenciaron
los verdugos
El hombre de la bolsa
se llevó a tus hijos
cuando caían utopías ahogadas
desde el cielo
y escondían sus huesos
en las fosas
del silencio.
Mujeres torturadas
por sus ideales
en las cárceles
del espanto
militantes de la vida
el pan del amor
y la esperanza
secuestradas, drogadas, prostituidas
por cerdos proxenetas.
Madres del dolor
de niños desnutridos
de jóvenes asesinados por el paco.
Vengo a estrecharte con un abrazo
militante de ternura
no hay nada que festejar.
Tan solo avivar
la llama de la memoria
para ahuyentar
a los heraldos negros
del olvido
Mujer que reconstruyes
después del horror
los panales de la vida
encendida por el fuego
de las rebeldías.
Niña violada por bestias
que habitan en una cloaca
por donde drena
tu inocencia
la sangre de tus lágrimas
el dolor de tu alma
de tu cuerpo
de tu rosa violada
y tu noche enajenada.
Primavera que cuelga
de la cuerda asesina
del verdugo
Militante en el comedor comunitario
donde comen los hambrientos
arrojados por la usura
a los umbrales del hambre
y la miseria
MUJER TE ABRAZO
y brindo por tu cántaro
de vida