América Nuestra N° 5 – año 1-noviembre 2014 –
Un nuevo año de encuentros, un nuevo año de avances en la lucha y la organización
En la provincia de Salta, entre los días 11 y 13 de octubre se llevó adelante en ENM, en medio de un clima de tensión por el reciente feminicidio de Evelina Murillo (docente rural de la escuela albergue en el Bobadal), a un mes de que la provincia fuera declarada en Emergencia por Violencia de Género, lo que pone en evidencia la demagogia del decreto, y en especial la falta de políticas específicas y reales hacia esta problemática. Este clima se tensaba aún más con la propaganda mediática reaccionaria, como sucede cada año en las provincias donde se realizan los encuentros, a cargo de los medios masivos de comunicación capitalistas y patriarcales, que mercantilizan el cuerpo de la mujer, objetivándolo y construyendo estereotipos de lo femenino, que lejos están de la organización y la lucha. Estos encuentros, en tanto espacios que promueven la organización de las mujeres, son demonizados, por lo que Salta nos recibió con algunas escuelas cerradas, compañeras que no pudieron llegar desde Buenos Aires porque fueron sistemáticamente estafadas por las empresas de transporte y con algunas salteñas y salteños que adherían y multiplicaban el miedo por la llegada de la “horda de feministas abortistas que quieren disolver la familia”, intentando silenciar y ocultar la capacidad de organización entre las mujeres para superar el patriarcado.
En este marco el MULCS sigue apostando a participar de estos espacios colectivos, porque consideramos que al encontrarnos con otras mujeres de nuestra misma clase social también nos formamos políticamente, levantando las banderas de nuestras reivindicaciones como movimiento: antiimperialista, anticapitalista, latinoamericanista y antipatriarcal, y nos seguimos definiendo por la revolución y el socialismo. Así alimentamos nuestras fuerzas para volver a nuestros lugares de militancia y organización, para seguir luchando por nuestros derechos, generando debates, interrogantes y fortaleciéndonos en la lucha y la resistencia.
Este XXIX ENM contó con la participación de más de 40.000 mujeres, número que supera al de años anteriores, llegadas desde distintos puntos del país, dispuestas a debatir, deconstruir y construir, recuperando nuestras voces en más de 60 talleres que abordaron distintas temáticas. Los mismos se desarrollaron en medio de una realidad compleja, expresada en el número cada vez mayor de feminicidios y la naturalización de los mismos, la culpabilización de las víctimas y la reciente reforma del Código Civil que impide la posibilidad de decidir sobre nuestros cuerpos. Es decir, una realidad sostenida por el gobierno kirchnerista que desprecia y mata sistemáticamente a las mujeres pobres. No nos callamos, y denunciamos la complicidad del Estado y de la Iglesia Católica en la definición de Políticas Públicas en desmedro de las mujeres, por eso marchamos por el acceso a los derechos fundamentales como la libertad de decidir sobre nuestros cuerpos, la erradicación de la violencia, el desmantelamiento de las redes de trata, la despenalización y legalización de aborto; visibilizando nuestras luchas y resistencias.
Hemos participado de la marcha en el marco de la Campaña Nacional contras las Violencias, conformada por diversas organizaciones, apostando a espacios de construcción colectivos, que ponen en evidencia y denuncian la complicidad del Estado patriarcal y la justicia burguesa, que no sólo no dan respuestas reales a problemática de la violencia hacia las mujeres, sino que la profundizan dejando impune la violencia ejercida, en especial desde los mecanismos institucionales, resoluciones judiciales a medida de los hombres que culpabilizan a las mujeres, nos revictimizan y no desarrollan estrategias de protección, sino que nos expone aún más hacia la violencia.
El caso de Evelia Murillo fue la caja de resonancia en este Encuentro, ya que involucra a toda la sociedad salteña, porque se trata de una trabajadora docente rural que es asesinada en su lugar de trabajo, la escuela, que también es el lugar donde vive. Evelia estaba sola en la escuela, las instituciones y la sociedad le dieron la espalda (Salta es una de las provincias que rechaza la aplicación de la Ley de Educación Sexual en las escuelas). Ella respondió al pedido de ayuda de una joven wichi, para protegerse del violador y le dio asilo en la escuela. Evelia intentó echar del lugar al violador y él le disparó a quemarropa frente a 10 estudiantes. Evelia fue encontrada muerta, recién al día siguiente, en la escuela.
Al caso de Evelia Murillo se le suman los 295 feminicidios cometidos en el país durante el año 2013, un 16% más que el año anterior ; y las múltiples violencias que existen en relación al territorio tales como la explotación sexual de mujeres y niñas asociadas a las rutas del petróleo, la soja, la megaminería y el narcotráfico. Rutas de la prostitución sostenidas por el gobierno kirchnerista y por los distintos gobiernos provinciales, lo que deja en evidencia a un Estado proxeneta, que destruye nuestros territorios y nuestros cuerpos. A los feminicidios y la ruta de la prostitución bajo complicidad del Estado en todos sus niveles, también se suman las más de 200 muertes por abortos ilegales, clandestinos e inseguros, y la reaccionaria reforma del Código Civil y Comercial aprobada recientemente, que realiza concesiones a la Iglesia Católica, asociándose con la misoginia del Estado, ya que establece la concepción en el seno materno como comienzo de la existencia humana, sentando bases para la no legalización del aborto, y regulando el “deber moral de fidelidad” en el matrimonio. También hace concesiones con las corporaciones transnacionales, eliminando el principio de “función social de la propiedad de la tierra” que dificulta el acceso a la tierra y a la vivienda a los sectores populares, y quita la cláusula de acceso al agua potable como Derecho Fundamental, mercantilizando el agua como bien productivo para la megaminería, favoreciendo el extractivismo , la apropiación de nuestros recursos y la contaminación de nuestros territorios, que entre los efectos que desencadenan están , la violencia, la prostitución y el tráfico de personas. De esta manera el Estado sigue ofreciendo complicidad y garantías a las transnacionales, para además extender por nuestros territorios las rutas de prostitución. Así, el gobierno kirchnerista descarga la crisis sobre los sectores populares, y en especial sobre nuestros cuerpos, aumenta las suspensiones y despidos, el ajuste, el hambre, desfinanciando la salud y la educación pública, reprimiendo y criminalizando la protesta.
En este marco y dentro de la Campaña Nacional contra las Violencias, es que transitamos un nuevo 25 de noviembre: Día Internacional contra las violencias hacia las mujeres. Día en el que se recuerda a Patria, María Teresa y Minerva Mirabal, conocidas como Las Mariposas, tres aguerridas mujeres de la República Dominicana quienes ese día en el año de 1960 fueron asesinadas brutalmente por el régimen del dictador Rafael Trujillo. Su lucha inquebrantable en contra de la dictadura las llevó a la cárcel y finalmente a la muerte en manos del Servicio de Inteligencia Militar –SIM- del régimen tirano. En esta jornada visibilizamos las opresiones y las violencias, resistiendo y revelándonos, porque “si nos tocan a una, nos tocan a todas”. Se trata de otra oportunidad para combatir relaciones de opresión y dominación machistas y patriarcales, buscando la construcción de nuevas relaciones sociales, libertad y emancipación, encontrándonos en la lucha.
La ley 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, aprobada en 2009, define en su artículo 4 a la violencia de género como toda conducta, acción u omisión, que de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad personal. Quedan comprendidas las perpetuadas por el Estado o sus agentes. También se considera violencia indirecta, a los efectos de la presente ley, toda conducta, acción u omisión, disposición, criterio o práctica discriminatoria que ponga a la mujer en desventaja de los varones. Sin embargo no hay decisión política por parte del gobierno kirchnerista para designar presupuesto o reglamentar la misma. Es por ello que la lucha es desde abajo, con las trabajadoras y los trabajadores, en los barrios, las escuelas, los centros de salud, los lugares de trabajo, los medios de comunicación, en las universidades, en las calles, en las plazas, en las casas y en las camas.
¿Por qué queremos que se legalice el aborto? (Fuente: Campaña Nacional por el Derecho al aborto legal, seguro y gratuito)
Porque el derecho de las mujeres a decidir sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas es un derecho humano básico
Porque la maternidad debe ser una elección personal y no una imposición de nadie
Porque la ilegalidad del aborto no impide su práctica
Porque la clandestinidad en la que se realizan los más de 500.000 abortos en el país anualmente pone en riesgo de muerte a las mujeres jóvenes y pobres
Porque la legalización del aborto no obliga a ninguna mujer a interrumpir su embarazo
Porque si una mujer decide abortar, tiene derecho a una atención segura en hospitales públicos, obras sociales y prepagas de todo el país
Y también, porque las mujeres tenemos derecho a decidir el número de hijos que queremos tener y 0 (cero) también es un número
Consignas:
No a la reaccionaria reforma del Código Civil
Separación de la Iglesia del Estado: Educación sexual, pública, científica, gratuita y laica para decidir, anticoncepción para no abortar, aborto legal y gratuito para no morir
Aplicación efectiva de la Ley 26485 contra todas las formas de violencia, presupuesto para la creación de refugios y contención para las víctimas de violencia de género, inmediata exclusión del hogar del golpeador y trabajo digno para las mujeres que denuncian.
Desmantelamiento de las redes de trata. Basta de complicidad política, judicial y policial ¡La prostitución no es un trabajo!
Basta de saqueo y explotación de nuestras tierras y nuestros cuerpos